Redacción de ‘El Papelerito’
En medio del primer informe de gobierno del alcalde Salvador Calderón Aguirre, la regidora de Movimiento Ciudadano, Larissa Martínez, fue objeto de abucheos luego de su intervención en la que cuestionó los resultados de la actual administración municipal.
La regidora, quien ya había ocupado el mismo cargo durante la gestión de Alfredo Lozoya y fue directora del DIF en el trienio de César Peña Valles, aseguró que a Parral “le hace falta capitán” y acusó retrocesos en áreas como obra pública, servicios básicos, apoyos sociales y cultura.
“¡A Parral le hace falta capitán!, necesitamos un gobierno con rumbo, transparente y que piense en la gente”, dijo al fijar postura, subrayando que los más de 50 millones ejercidos en obra pública en el último año contrastan con los más de 200 millones invertidos en administraciones anteriores.
Sin embargo, su discurso fue interrumpido por asistentes que la abuchearon y le recordaron la desaparición de los jóvenes enfermeros ocurrida el 29 de mayo de 2018, durante el periodo en que Martínez formaba parte de gobiernos emecistas. En ese hecho fueron privadas de la libertad Mayra Guadalupe Mendoza Adame, Merari Muñoz Lozano, Sigrid Casandra Díaz Huerta y Oswaldo Galván Rodríguez; dos policías municipales resultaron responsables y hoy cumplen una condena de 31 años de prisión.
Las expresiones del público resaltaron la incongruencia de los señalamientos de la regidora, quien reprochó lo que llamó improvisación, nepotismo, aumentos de nómina y hasta intentos de incrementar el impuesto predial en la actual administración, sin hacer referencia a los episodios críticos que marcaron los gobiernos de su mismo partido, Movimiento Ciudadano.
Durante su posicionamiento, Martínez también denunció recortes en programas sociales como la Canasta Solidaria, eliminación de apoyos a emprendedores y sobreprecios en las Jornadas Villistas, así como la polémica rifa de una motocicleta que terminó beneficiando al director de Cultura.
El incidente dejó en evidencia la polarización del Cabildo y la sensibilidad de la ciudadanía frente a temas pendientes de justicia en la ciudad, lo que empañó el balance político del primer año de Salvador Calderón al frente del municipio.