Mucha tinta se ha consumido y más saliva se ha gastado en exigir una reparación o mínimo, mantenimiento a la vía corta a Chihuahua, cuyas pésimas condiciones han cobrado vidas, derivado de los accidentes provocados por los baches que hacen que cualquier conductor, por experimentado que sea, pierda el control del volante, porque igual esquiva un par, cuando cae en otros.
Ciudadanos, empresarios, sociedad civil, políticos…han sido muchas las voces que prácticamente han suplicado que le metan mano a esa carretera que nunca ha estado en condiciones óptimas, a lo mucho, “buenas” y en temporadas, transitable.
Algunos, como los regidores emecistas y el propio alcalde César Peña han emprendido acciones vacías de bacheo para figurar y hacer creer que están haciendo algo, cuando la realidad es que son payasadas que en nada, absolutamente en nada abonan a una solución efectiva, más cuando ni siquiera le dan seguimiento puntual.
De entrada, el tramo de 180 kilómetros es de competencia federal, así que poco pueden hacer desde la jurisdicción municipal y bajo ese pretexto, ni siquiera pueden reparar la salida de la Puerta del Tiempo a las gaseras o un poco más allá. Lo cuestionable es cuando quieren entrarle al tema con faramallas como ir a bachear, cuando mejor deberían hacerlo en los carriles que pasan por la colonia San José, el albergue San Andrés, los campos del 40-60 y de vuelta, no allá donde de nada sirve, menos aún cuando hay calles en Parral que se encuentran en similares condiciones desde hace años, como la Churubusco o las de la colonia Juárez, solo por mencionar algunas.
La que de verdad podría lograr un beneficio sería la diputada federal, María de los Ángeles Gutiérrez Valdéz, a través de un pronunciamiento, punto de acuerdo o iniciativa desde el Congreso de la Unión, no con un oficio en la delegación de la Secretaría de Infraestructura de Comunicaciones y Transportes de Chihuahua. Es inverosímil que, teniendo ella oficina en la Ciudad de México, baje a la oficina local de la SICT, así que, o no sabe, que lo dudamos, o se hace que la virgen le habla.
Sin tanto aspaviento, solo hay una persona que ha conseguido recursos contantes y sonantes para 50 kilómetros de la vía corta, es decir, una cuarta parte de la misma, y es el diputado Edgar Piñón, con todo y los agandalles que pretendieron César Peña, Francisco Sánchez y Ángeles Gutiérrez, no lograron mermarle que solo sus gestiones prosperaran. ¿Será porque fue el único que hizo la chamba?
El tema no es político, es un reconocimiento basado en hechos reales: 40 millones de pesos aplicados a 30 kilómetros desde Valerio hasta Satevó y otros 20 kilómetros de Parral a Zapién, cuyos trabajos se adelantaron una semana de lo previsto. ¡Con todo y eso!