La diputada federal, Ángeles Gutiérrez Valdéz, se atrevió a despreciar el ofrecimiento de la gobernadora Maru Campos para que abandonara sus aspiraciones a ser candidata a la Presidencia Municipal de Parral y asumiera, cuando concluya la legislatura y hayan pasado las elecciones, la Subsecretaría de Educación Básica que dejó acéfala el profe Parga y que no le dieron a Jorge Baca, al que, en compensación por dejar la Dirección del Conalep sin grillas ni aspavientos, le asignaron la Coordinación de Educación en la Zona Sur.
Pero para no desviarnos del tema, resulta que a la maestra Ángeles se le hizo poca cosa que, después de una diputación federal, la rebajen a subsecretaria de gobierno, cualquiera que esta sea, y alimentó la versión de que iría a la Secretaría de Educación y Deporte, ofrecimiento que nunca estuvo en la mesa, pues, aunque muchos quieren ver fuera a Sandra Gutiérrez Fierro, ésta sigue bien amarrada, al menos por ahora, y la gobernadora no es de la que toma decisiones porque la grillen.
Por lo anterior, Gutiérrez Valdéz no se ha bajado y logró llegar hasta el filtro de las encuestas – que no servirán más que para simular democracia – y si tiene que agarrarse de un clavo ardiendo lo hará y estirará la liga, aunque ésta se reviente, y su última carta es que a Parral le toque, por género, mujer para la alcaldía, lo que no está descabellado si consideramos que las dos diputaciones, la local del 21 y la federal del 09, son un Club de Toby y ya tienen nombre y apellido.
Ángeles cuenta, además, con el respaldo del Gabo Díaz y el empuje del fiscal Jauregui, quienes insisten en que vaya ella, no porque quieran ganar, sino para ponérsela fácil a Movimiento Ciudadano y puedan cumplir con los compromisos adquiridos con el dueño de la tiendita naranja.
La maestra se engolosinó del servicio público y no quiere soltar una liana sin tener amarrada otra, con todo y el enorme riesgo de quedarse sin nada, porque no quiere sentarse y ver a otros bailar, aunque ya lleva dos tandas seguidas.
Un último dato ocioso: la gente de Chava Calderón no quiso declinar a favor de la diputada y advierten que, si llega a ser ella la candidata, no apoyarán. Lo mismo dicen los priistas, a los que nunca volteó a ver ni siquiera porque la mayoría de los votos que la llevaron a la curul en San Lázaro, fueron tricolores.