Redacción de ‘El Papelerito’
Benito Molina Rodríguez, conocido como “El 8-4”, volvió a aparecer en la agenda criminal de Chihuahua este fin de semana, pero esta vez como la primera víctima del ataque armado ocurrido en el carril Santa Teresa, episodio que detonó la cadena de hechos violentos que sacudió a Parral y la región.
Molina, de 31 años, acumulaba un historial que lo colocaba como uno de los operadores más relevantes de Los Salgueiro, célula del Cártel de Sinaloa con presencia en el sur del estado. Su nombre era recurrente en investigaciones ministeriales desde hace casi una década.
Un objetivo prioritario desde 2021
En mayo de 2021, la entonces Fiscalía Especializada en Operaciones Estratégicas lo detuvo en Parral tras un operativo de seguimiento. Contaba con una orden de aprehensión por el secuestro de un joven ocurrido en 2015 en el rancho Maturana. La víctima fue encontrada sin vida dos días después en Jiménez, con heridas de proyectil de arma de fuego.
Pese a que se presentó ante un juez de control para la formulación de cargos, fuentes policiacas confirman que recuperó su libertad meses más tarde.
Tras su liberación, el nombre de El 8-4 volvió a figurar en la escena criminal. Investigadores estatales lo mencionaban como posible implicado en la emboscada registrada en mayo de 2024 sobre la Vía Corta a Chihuahua, donde una familia fue asesinada al salir del carril de Maturana.
En aquel ataque murieron Marisela Barrón —propietaria del lugar—, su pareja, el músico Kevin Amalio Hernández, y dos menores de 14 y 17 años que no sobrevivieron a las lesiones.
El ataque que encendió a toda la región
Este sábado 15 de noviembre, Molina se encontraba en el carril Santa Teresa acompañado de varios hombres, entre ellos el hijo de un miembro de alto rango del Cártel de Sinaloa, según versiones preliminares.
Sujetos armados identificados con La Línea irrumpieron súbitamente en el evento ecuestre y lo atacaron directamente. Los disparos que lo privaron de la vida marcaron el inicio de una ofensiva que, en cuestión de horas, dejó múltiples personas sin vida, bloqueos carreteros y una serie de agresiones que continuaron hasta la madrugada del domingo.
Hasta ahora, autoridades estatales no han emitido un posicionamiento final sobre la trayectoria de El 8-4, pero su muerte confirma el choque abierto entre células del Cártel de Sinaloa y del Cártel de Juárez en esta zona del estado.



