En un gobierno marcado por rotaciones constantes, la Dirección de Obras Públicas de Parral vuelve a reestructurarse. Este 7 de octubre, el alcalde Chava Calderón nombró al ingeniero Jesús Alfonso Márquez Amaya como nuevo titular de la dependencia, sucediendo a Alejandra Márquez Chávez, quien apenas llevaba siete meses al frente.
El movimiento refuerza una tendencia preocupante: desde que inició la administración en septiembre de 2024, Obras Públicas ha visto ya tres titulares distintos. Primero fue Vivian Aguirre, quien renunció alegando oportunidades laborales en el sector privado —aunque su salida se oficializó hasta un mes después de haberla anunciado. Luego le sucedió Márquez Chávez, cuya permanencia fue breve.
Fuentes al interior de Presidencia Municipal y de la propia oficina de Obras Públicas, aseguran que estos cambios no responden únicamente a decisiones personales, sino a conflictos internos y la presión ejercida por figuras no oficiales vinculadas al poder real municipal, y nombran específicamente a Humberto “Beto” Calderón, hermano del alcalde, como el poder tras bambalinas, quien ejerce la toma de decisiones, impone criterios estéticos, asigna contratos y mueve la operación del gobierno en ese rubro sin aparente supervisión orgánica.
Ni Vivian Aguirre ni Alejandra Márquez lograron operar con libertad en su gestión, pues constantemente eran confrontadas con contraflujos administrativos, órdenes contradictorias y exigencias impuestas por Beto Calderón.
De hecho, existen testimonios que indican que él intervien directamente en las obras, incluso dictando qué se pintara, cuándo y cómo.
El propio alcalde avaló el nuevo nombramiento de ‘Poncho’ Márquez con una frase programa:
“La Dirección de Obras Públicas es un pilar fundamental de nuestra gestión. Con la incorporación del ingeniero Jesús Alfonso Márquez Amaya aseguramos que los recursos se traduzcan en obras duraderas y funcionales que respondan a las necesidades de la ciudadanía.”
Pero para muchos ciudadanos, esas palabras suenan huecas frente al historial: “pilar de la gestión” que ha cambiado de base tres veces. La pregunta queda en el aire: ¿será diferente esta vez o seguirá el patrón de rotación y control tras bambalinas?