Tras los estudios realizados por su delicada afección cardiovascular, el ex gobernador de Chihuahua, César Duarte, fue llevado hacia el exterior del hospital Star Médica y en el lobby -saturado de usuarios- recibió muchas muestras de cariño.
El paciente iba en silla de ruedas rodeado de los custodios, lo que no fue impedimento para ser saludado por mujeres y hombres de distintas edades.
Unos le decían palabras de aliento, otros deseaban que pronto recuperara la salud, unas personas de avanzada edad le gritaban que se aliviara para que viniera a poner orden. Igual se escuchaba voces que decían “que el cielo bendiga Chihuahua”.
También había jóvenes en el lugar que escuchaban con sorpresa todas estas expresiones y se notaba que no conocían al personaje que lentamente era trasladado en silla de ruedas, o bien. no compartían el entusiasmo de las personas mayores.
Durante el trayecto del elevador a la camioneta en que sería trasladado, fue inundado de bendiciones, besos a distancia, muestras de cariño y buenos deseos hacia el ballezano.
Antes de abordar la unidad de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, el ex mandatario observó cómo salían a despedirlo y a decirle adiós, alzando los brazos en manera de saludo.
Esta experiencia muestra el pulso de la ciudadanía, ya que la gran mayoría hicieron manifestaciones favorables hacia César Duarte, quien, luego de dos días de someterse a varios estudios, fue regresado a su celda en el penal de Aquiles Serdán.