El pasado mes de junio, en este mismo espacio nos referimos como estériles a las relaciones sostenidas entre la diputada federal, Ángeles Gutiérrez Valdez, y el presidente municipal, César Peña Valles, porque la primera no gestiona y el segundo no resuelve.
Según ella, analiza acciones en beneficio de los parralenses y según él, recibe felicitaciones de la legisladora, quien asegura mantenerse pendiente de las obras en el Municipio, aunque nunca se le ha visto o escuchado levantar la voz por la mala calidad de la Puerta del Tiempo, entre hundimientos y parches, o por la deficiente y tardada pavimentación del Periférico Sur, o reclamando la falta de iluminación en distintos sectores de la ciudad y qué decir de la recolección de basura o las malas prácticas del relleno sanitario.
El que sí criticó el nulo trabajo de la diputada, fue Peña Valles, quien este jueves salió a poner en duda públicamente el anuncio de los supiesen 120 millones conseguidos por la maestra para la carretera vía corta, aduciendo que esa rúa es un barril sin fondo. ¡Y vaya que lo es!
De hecho César Peña tiene razón: no se ve avance en esa embrujada carretera ni con los millones de Edgar Piñón, que sí son ciertos, ni con los que dice Ángeles que gestionó. Sin embargo, aunque al alcalde le sobra la razón, le falta la vergüenza, porque con qué cara critica después de que solo fue a bachear un tramo y nunca, nunca volvió. Y si ganas tuviera, bachearía desde la Puerta del Tiempo hasta las letras que están en medio de las gaseras, los aserraderos, la cervecera y el Panteón de ida y vuelta. Pero entonces sí se deslinda porque es jurisdicción federal aunque guste andarle haciendo al teatro y a la payasada.
Ambos, César Peña y Ángeles Gutiérrez, se han colgado la medalla de una inexistente gestión para la rehabilitación de la vía corta a Chihuahua, pero ninguno de los dos ha levantado un dedo para contribuir a la solución y con boletines plagados de elogios se resuelve nada.