Los presuntos sicarios que fueron detenidos en Coronado tras protagonizar una balacera contra elementos militares en Coronado, presumieron pertenecer al grupo delictivo «La Línea» y estar a cargo del municipio de Jiménez.
Del enfrentamiento resultó un civil muerto luego de que los soldados repelieran el ataque, deteniendo a dos más, a quienes les aseguraron 11 armas de grueso calibre, cargadores, cartuchos de distintos calibres y tres camionetas, una con blindaje artesanal y dos con reporte de robo en Estados Unidos.
Se trata de una Chevrolet Suburban blanca, una Ford Heavy Duty también blanca y una Chevrolet Cheyenne azul, así como un fusil Barret, una ametralladora calibre 7.62x 39 mm., 85 cargadores y nueve armas más de alto poder.