Cuentan, de entre tantas leyendas urbanas que surgen de personajes famosos, que cuando Pablo Escobar, quien fuera el máximo líder del Cártel de Medellín, quería deshacerse de alguien, especialmente si pertenecía a su propio equipo de operadores, él no se manchaba las manos y ni siquiera enviaba sicarios a sueldo a ejecutar al no-deseado, sino que le pedía a uno de los mejores amigos de quien sería sacrificado, que hiciera el trabajo. De esta forma no se ganaba él enemigos nuevos ni sería víctima de venganzas por familiares y cercanos del asesinado.
La historia viene a colación porque la misma estrategia utilizaron con Edgar Piñón para tumbarlo de la reelección a la diputación local que ya tenía en la bolsa, y para tal fin echaron mano de quien se lo propuso a Chela Ortiz en el 2021: nada menos que el virutal candidato – todavía no lo es – Guillermo Ramírez Gutiérrez.
Hay que recordar que Piñón Domínguez fue traído exprofeso de la sierra a Parral en el 2021 para palomearlo en el evento de presentación de Miguel Jurado Prieto como candidato a la alcaldía por el PRI, en el mismo donde se encontraba la todavía diputada en ese momento, Betty Chávez, y a la que la entonces senadora no mencionó, mandando así la señal de que no iría por la reelección. Edgar llegó al salón de eventos, pero no figuró. Ese día también Pedro Villalobos supo que estaba fuera de la jugada.
El mismo madruguete del que Piñón formó parte contra Betty Chávez hace tres años, ahora lo sufrió en carne propia, y dicen que la instrucción fue directa de Graciela Ortiz, sin consultar con el PAN, con quienes van en coalición, a pesar de que la gobernadora Maru Campos se sentía más cómoda con Edgar y creía en sus posibilidades de repetir en el cargo, pero con contaba con que “la licenciada” le debía esa candidatura a Memo y poco le importó poner en riesgo la coalición y la elección misma, pues no tiene trabajo a ras de tierra ni empatía con los electores, por lo que muchos se preguntan si le estarán apostando a la derrota o creerán que a Ramírez JR. lo jalará la sinergia de Noel Chávez, quien llevará dos meses de campaña para cuando comiencen las locales y el Distrito 9 comparte municipios de demarcación con el 21.
Los ingenuos compran la versión de que Edgar se quedó conforme porque no ejerció su derecho de pataleo, pero no iba a hacerlo, no había manera, si él se la debe a Memo, y la estrategia de Pablo Escobar sigue funcionando, así que ¿Cómo reclamarle a su amigo? ¿Cómo interponerse ante quien le consiguió la candidatura en el 2021? Una cosa es que no haya renegado – al menos no en público – y otra muy diferente que se sienta cómodo. ¡Por supuesto que diría que lo apoyará y que él solito declinó!
El todavía diputado local terminará su periodo como tal, pero no se alejará de la política, ya que hay para él un premio de consolación en el gabinete de Maru Campos, no de primer nivel, no el puesto de Edibray Gómez como secretario de Turismo, pero sí una Subsecretaría, o al menos una Delegación en la zona sur de alguna dependencia que lo mantenga activo. No, la de Chava Calderón, tampoco. Al tiempo.
Tanto han de creer en Memo Ramírez que le pusieron de suplente a Ramón Arredondo, quien hará las funciones de candidato y el trabajo que le falta al notario con “los de abajo”.