De entrada, como se podría decir de casi todos los que ganan por primera vez una elección, Chava Calderón parece tener intenciones de marcar un verdadero cambio en Parral, y las señales clarísimas de tal afirmación surgen de la conformación de quienes le acompañarán, al menos durante los primeros meses de su naciente gobierno, porque no todos pasan la prueba del primer trimestre y otros más la del año.
Ni priistas ni panistas de hueso colorado o azulado en las direcciones y, de entrada, eso habla muy bien del alcalde electo, no porque las militancias sean malas, pero sí por los vicios que con ello acarrean, además de enviar el mensaje contundente de que no se dejó imponer cargos aunque mucho lo intentaron Nora Bueno y Avril Carmona. Y es que la líder panista se autopostulaba para la Oficialía Mayor y la dirigente priista pugnó fuerte para que su marido, Ernesto Pando, fuera el director de Seguridad Pública, pero ni una ni otra cosa pasó.
El beneficio de la duda se otorga al saber que Sandra Villalobos irá a la Secretaría del Ayuntamiento, y Martín Flores a la Oficialía Mayor, ambos con buena imagen entre la sociedad parralense y alejados de señalamientos que pudieran ensuciarles su llegada a la administración municipal, con amistades en todos los partidos y buenas relaciones en todos los sectores. Los dos puestos clave de Presidencia, parece ser que están en buenas manos.
Ningún improvisado llegará a Desarrollo Económico, después de que Chava separe este departamento de Turismo, sino que el actual presidente de Canacintra, Martín Muñoz, ocupará esa titularidad y que mejor que un empresario para tratar con sus pares y conseguir el progreso de la ciudad en el área de las inversiones ¿no?
En Comunicación Social, un área clave en la que – casi – todos los que llegan a esa oficina se marean a las primeras de cambio, quiensabe si por la altura de estar ubicada en el segundo piso, y terminan enemistados con sus colegas del gremio por defender políticos, está confirmado el buen Maleno Gutiérrez, del que lo único que podría cuestionársele sería su falta de experiencia en el periodismo como tal, pues su participación en medios ha sido más bien de entretenimiento y narración deportiva, pero esa podría ser más una fortaleza que una debilidad, pues no enfrenta el celo natural entre reporteros y su don de buena gente y amiguero podría abrirle las puertas en los medios, quedando en él la responsabilidad de mantenerlas abiertas.
Una designación plausible es la de Anette Deister en Desarrollo Social, por el hambre de atención social y ayuda que tiene la mamá del expresidente de Coparmex, Uriel Loya, con excelsas relaciones en la sociedad civil y empresarial de Parral, sin necesidad de hacer las cosas por un sueldo (no porque no lo vaya a percibir) o por aparecer en la foto y ni siquiera por proyección política a futuro. Esta Dirección, en coordinación con Comunicación, podrían posicionar la imagen de Chava Calderón en muy buenos parámetros.
Hay también altas expectativas por el papel que desempeñe la arquitecta Vivian Aguirre en Obras Públicas y que marque un antes y un después con el desastroso paso de Alberto Camarena y la estela de fallas, pésima calidad y sospechas de corruptelas en las asignaciones que, si bien atendía órdenes, siempre tuvo la opción de anteponer su dignidad.
Jessica Hyslop, excandidata a regidora cuando Miguel Jurado Prieto buscó la alcaldía, no tendrá mucho problema en superar a quien sea que se encargue de Turismo en la actualidad, un departamento al que Movimiento Ciudadano siempre le restó importancia y de donde la única que destacó fue Liliana Valdéz, hay que decirlo, aunque tampoco le daban mucho margen de maniobra porque preferían el espectáculo inmediato a implementar un proyecto a largo plazo que posicionara a Parral como lo que es, un Pueblo Mágico.
Pero los buenos deseos no aseguran el buen desempeño, así que, ojalá no nos equivoquemos en el análisis. Ojalá Chava Calderón haya tomado las mejores decisiones, y lo más importante, ojalá no lo obliguen a “tumbar” al gabinete anunciado por cumplir acuerdos políticos para que los cambie por priistas y panistas chambistas, de esos que abundan, porque entre la treintena de recomendados de Avril Carmona, y los otros 40 de Nora Bueno, más los de Pedro Villalobos, Ángeles Gutiérrez, Arturo Rubalcaba y los «amigos», todos con el derecho que sienten que tienen para exigir y con la amenaza de dejarlo solo o de voltearle al Cabildo, no le alcanzará al presidente municipal para quedar bien con todos.
Ahí queda el beneficio de la duda.