No hay en el Partido Revolucionario Institucional una figura de peso con la capacidad de aglutinar a todos los priistas en un mismo lugar, en algún evento o para entrega de apoyos, ni siquiera porque ahora, como hace mucho no sucedía, tienen diputado federal, diputado local, síndica, regidores y hasta alguna dirección en Presidencia Municipal.
Por jerarquías, según el cargo, debería ser Noel Chávez al que siguieran, pero ni porque comparten municipios en los distritos local y federal o la misma cabecera que es Parral, empata agenda con Memo Ramírez, de tal forma que cada quien trae su actividad y no se invitan para recorrer juntos las comunidades o siquiera, taquizas, loterías o reuniones con la militancia para darle vida al edificio del Boulevard.
Pero si Noel se distrae en la Ciudad de México, el vacío debería ocuparlo el legislador del Distrito 21, pero tampoco da muestras de liderazgo, salvo que sea por el exclusivo círculo rojo que está conformado por Avril Carmona y un puñado de 25 presidentas seccionales, como mucho, que fueron las que quedaron de aquellas 106 que todavía había en la última campaña, no en la de junio, sino en la de 2021.
El dato de las 25 seccionales se reafirmó en el convivio que, con motivo de las fiestas patrias, realizaron sin abrir el abanico a otros que sí son militantes, pero que no les hacen caravana a los de la dirigencia local actual, y ni siquiera porque ya pasaron las elecciones tienen considerada la operación cicatriz, luego de que el reciente proceso electoral, en el que obtuvieron triunfos por la alianza con el PAN, los dejó más fracturados y con deserciones.
Solo hay dos personajes que se mantienen activos con campaña propia, aunque no precisamente conjunta, y son la síndica Dalila Villalobos, y el regidor Vicencio Chávez, éste último más movido que la primera, con visiteo por las colonias, haciendo presencia y futureando para el ’27, con manejo propio de redes sociales, pues no ha querido que le incluyan en alguna página oficial de los regidores del PRI, sino por la suya y nada más.
Dalila tuvo ya su primera prueba de fuego de la que logró sacudirse, en primera instancia, la salpicada de la sospecha de probable nepotismo del alcalde con un posicionamiento en el que asegura que ya investiga y que canalizaría una probable irregularidad ante las instancias correspondientes. Dos preguntas para la síndica: ¿Si en lugar de Chava fuera Peña y en lugar de Sandra fuese Tarín, cómo habría sido el actuar?
Ya en el pasado, siendo ella regidora, el partido nunca hizo el «uno-dos» con las exhibidas que le dio al gobierno emecista, pues Piñón traía su fiesta aparte y Avril no daba color más allá del gris, pero irónicamente, el haberla dejado sola fue lo que la catapultó a la candidatura que la llevó al puesto, así que ahora menos debe esperar respaldo, pero tampoco dejar que le tiemble la mano por tener presidente municipal (casi) de los mismos colores.
Hablando del alcalde, deberían aprovechar que es, sino amigo, tampoco contrario, para aparecer en cuanto evento puedan, y como a Chava no puede considerársele priista, no será él quien les haga el caldo gordo, por el contrario, buscará engordar el propio adueñándose de eventos de los mismos de casa, porque igual de agencia los repartos que corresponden a Amín Corral, que el evento de Generación de Excelencia, pero así es esto.
Si bien Memo Ramírez y Chava Calderón no comulgan para la misma causa, al diputado local sí se le ha visto en inauguración de obras municipales, como no lo ha hecho Noel Chávez, quiensabe si porque no le cumplieron acomodar a Julio Yáñez en el gabiente del naciente gobierno.