En rueda de prensa realizada este miércoles 18 de junio, el exgobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, rompió el silencio sobre la demolición de las presas en el rancho El Saucito, en el municipio de Balleza, señalando que la afectación no es para él, sino para los vecinos y comunidades que históricamente utilizaban esas aguas para consumo y subsistencia.
“No contaba con más de 100 mil metros cúbicos de agua. A los que afectaron fue a los vecinos, a los que históricamente se les daba facilidad de uso porque no había cuerpos de agua en esa zona. El daño que están haciendo es mucho”, expresó Duarte.
El exmandatario aseguró que ningún agricultor fue afectado por las presas construidas en su propiedad, y sostuvo que estas instalaciones eran prácticas comunes en ranchos ganaderos de Chihuahua, para conservar agua durante la temporada seca.
En un tono crítico, también cuestionó que se haya convertido en culpable mediático: “Lo peor es que ya hasta me sentenciaron culpable de robar agua”.
Además, acusó que el agua que fue vertida tras la demolición “ni siquiera llegó al río”, y denunció la muerte de miles de peces que servían como alimento para comunidades indígenas y trabajadores locales.
Por su parte, su defensa legal enfatizó que, desde 2017, el rancho fue asegurado por la Fiscalía General del Estado, y que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al tomar posesión del lugar, reportó el estado precario del ganado y dio aviso a Semarnat.
“Cualquier situación con el predio no es imputable a César Duarte”, afirmó su abogado.
El exgobernador también cuestionó el contraste en la percepción pública entre él y su sucesor, Javier Corral:
“¿Por qué ahora la gente se detiene a tomarse fotografías conmigo, mientras que al otro lo golpean, insultan y agreden? ¿No creen que eso refleja algo?”, preguntó a los reporteros reaccionando las acciones en su contra.
Respecto a los permisos de almacenamiento de agua, sostuvo que existe un título legal de hace más de un siglo: “Tan conocía Conagua el permiso existente, que de la boca del director salió la cantidad de 700 mil metros cúbicos. El permiso lo obtuvo mi padre hace 100 años. Ellos mismos se desmienten.”
En el plano político, Duarte evitó pronunciarse sobre un eventual regreso a la vida pública electoral, asegurando que su enfoque está en su defensa legal:
“No estoy al pendiente de los partidos; estoy abocado a resolver todos los señalamientos tan ridículos contra mi persona, como esta del agua.”
Finalmente, lanzó un llamado a la Fiscalía General de la República para agilizar las investigaciones por presuntas torturas cometidas durante el gobierno de Corral Jurado, a quien acusó de haber recibido impunidad bajo el fuero.
Con estas declaraciones, César Duarte busca reposicionarse públicamente tras la polémica por el ecocidio en El Saucito, una disputa que mezcla tensiones políticas, acusaciones judiciales y el control sobre los recursos naturales en una de las regiones más conflictivas del estado.