A unas horas de que el Título 42 se levante, el gobierno de Estados Unidos anunció nuevas medidas para contener la migración ilegal que incluye el despliegue de 550 militares a la frontera sur, incrementar el número de vuelos de expulsión, así como la imposición de consecuencias a los inmigrantes que no utilicen las vías legales.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Departamento de Estado del Gobierno de Joe Biden informaron que a través de la disuasión, la aplicación de la ley y la diplomacia buscarán gestionar de manera humanitaria los flujos migratorios.
“Cuando se levante la orden del Título 42, Estados Unidos reforzará su aplicación de las normas de inmigración del Título 8 que datan desde hace largo tiempo para procesar y expulsar rápidamente a las personas que llegan ilegalmente a la frontera de Estados Unidos y no tienen una base legal para permanecer”, informaron autoridades estadounidenses.
A las 11:59 horas del jueves 11 de mayo, la orden de salud pública del Título 42 será levantada porque rl COVID-19 ya no es la amenaza.
Este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador y su homólogo estadounidense, Joe Biden, conversaron vía telefónica del tema. Esta mañana el mexicano no dio detalles de la llamada pero La Casa Blanca emitió un comunicado donde señala que analizaron la coordinación estrecha entre las autoridades fronterizas ante el fin del Titulo 42.
«Analizaron la coordinación estrecha continua entre las autoridades fronterizas y las medidas de cumplimiento enérgicas, como preparativo para la reinstauración de un régimen de dependencia plena en las facultades inmigratorias conforme al Título 8 en la frontera entre EE. UU. y México, que conlleva consecuencias más severas para quienes sean deportados que la expulsión conforme al Título 42», se indica.
Además, señala que conversaron sobre la urgencia de reducir en forma efectiva las aglomeraciones en el norte de México.
«Ambos líderes confirmaron que después del 11 de mayo seguirán implementando la iniciativa conjunta exitosa que, en cuatro meses, consiguió una reducción del 95% en las interceptaciones de personas procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela en la frontera entre EE. UU. y México», se señala en el comunicado estadounidense.
Las medidas
Entre las medidas anunciadas por el gobierno de Joe Biden, destacan:
Más elementos a la frontera: serán desplegados 550 efectivos militares en la frontera suroeste. “Se unirán a los 2,500 efectivos de la Guardia Nacional que ya prestan apoyo a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza en la frontera. Estos efectivos adicionales prestarán apoyo administrativo en las instalaciones de la CBP en el suroeste”.
Incrementarán vuelos de expulsión: La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza y la Oficina de Aplicación de la Ley del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) ampliarán su capacidad de detención, e incrementarán los vuelos de expulsión.
“Aumentar drásticamente el número de vuelos semanales de expulsión, duplicando o triplicando el número de vuelos para algunos países”, dice la nota informativa del gobierno de Estados Unidos.
Proceso ordenado de migración. A través del CBP One, el gobierno de Estados Unidos buscará un proceso ordenado para solicitar asilo en los Estados Unidos. “Bajo el nuevo sistema, los no ciudadanos tendrán más tiempo para solicitar citas y, si se les asigna una cita, tendrán más tiempo para confirmarla”.
Promover vías legales: El Departamento de Seguridad Nacional y el de Justicia publicarán una norma definitiva para animar a las personas a utilizar las vías legales en lugar de intentar ingresar en Estados Unidos entre los puertos de entrada sin autorización previa.
Acuerdos diplomáticos. El gobierno estadounidense también buscará gestionar acuerdos de repatriación con México para expulsar rápidamente a las personas que no puedan ser retornadas a sus países de origen.
6 de cada 10 expulsados, de origen mexicano
Durante los tres años en los que estuvo vigente el Título 42 por la frontera sur de Estados Unidos con México se registraron 2 millones 710,494 eventos de expulsión, de los que un millón 641, 746 fueron de origen mexicano (6 de cada 10).
El resto de los expulsados fueron 897, 087 fueron de personas provenientes de Centroamérica (Guatemala 393,025; Honduras 358, 001, El Salvador 135,683; Nicaragua 10,378) y el resto 171, 661 de otras nacionalidades.