Redacción de ‘El Papelerito’
En un hecho que ha sorprendido a propios y extraños —y que sin duda marcaría un antes y un después en la historia administrativa de Parral—, el alcalde Chava Calderón habría decidido poner un alto definitivo a las “aportaciones voluntarias” de su hermano Beto dentro del gobierno municipal.
De acuerdo con versiones muy cercanas al espíritu navideño, el presidente municipal estaría dispuesto a pedirle formalmente que deje de pintar bardas ajenas, encementar banquetas sin encargo, aparecer en obras públicas como si fueran proyectos familiares, participar en proveedurías sin licitación, subirse a vehículos oficiales y, de paso, regresar cualquier “moche”, “aportación”, “cooperación” o “ayudita” que se haya quedado en el camino.
La instrucción, según fuentes llenas de buena fe, incluiría también que Beto se retire discretamente de la gestión de contratos, deje de supervisar trabajos que no le corresponden y se limite a observar la administración municipal… desde su casa y sin chaleco.
Incluso se habla de que Chava Calderón estaría analizando emitir un reglamento especial para evitar que familiares, amigos, conocidos, compadres o pintores improvisados sigan participando en decisiones de obra pública, en un ejercicio inédito de autocrítica y transparencia.
El anuncio, dicen, vendría acompañado de una frase contundente: “Aquí no hay hermanos incómodos ni manos metidas, todo es coincidencia”.
Pero antes de aplaudir, conviene revisar el calendario:
Inocente palomita que te dejaste engañar. 🕊️



