El pasado 31 de julio, en este mismo espacio, le adelantamos que Pedro Villalobos se integraría al gabiente de Gobierno del Estado en un mes o dos a partir de la fecha en que publicamos la columna, es decir, que su nombramiento se daría entre septiembre y octubre, lo que finalmente sucedió.
Se hablaba de la Junta de Aguas, de Recaudación de Rentas, pero más insistentemente de Desarrollo Humano y Bien Común, esta última por ser la Secretaría de corte asistencialista que más margen de movimiento le podría dar y que está siendo desperdiciada por Amín Corral, pero que no sería buena señal un relevo tan pronto, todavía en pleno peridodo de «prueba». Los constantes encuentros uno a uno con Rafael Loera despertaron la rumorología.
El encargo para Pedro fue mayúsculo, con un membrete que bien podría no significar nada, el de asesor, pero que, a la vez, le deja hacer todo y en todo el Estado, aunque su encomienda principal será para la región sur que es donde ningún actor ha podido servir a la gobernadora como ella lo necesita…hasta ahora.
La integración de Villalobos Fragoso no fue bien recibida por la clase política prianista ya acomodada que apostaban por verlo fuera, sobre todo los del círculo rojo que dirigen al Revolucionario Institucional, porque se saben rebasados por la capacidad de convocatoria del exdiputado que una y otra vez les demostró que lo necesitaban, pero esas mismas veces lo subestimaron.
Aunque no lo quieran reconocer, Pedro hizo perder a Miguel Jurado quitándole votos que necesitó contra César Peña y que se fueron con Chava Calderón cuando éste fue candidato por el PES; y fue el mismo Villalobos el que le arrebató a Otto Valles la mejor oportunidad que tuvo de convertirse en presidente municipal, al abandonarlo y regresar con Chava, pero ahora bajo las siglas del PRIAN.
Todo eso lo observó Maru Campos, quien además le guarda estima porque fueron compañeros de Legislatura cuando Peter fue presidente del Congreso del Estado, así que había deuda de amistad pendiente y el desempeño de Villalobos en la campaña terminó de convencer a la jefa de que era necesario darle formalidad.
Más allá de filias y fobias, no hay ahorita quien mantenga un capital político que le sea fiel como el de Pedro, ni siquiera que, sin ser monedita de oro, conserve vasos comunicantes en el PRI, en el PAN, en Morena, en el PT y hasta en Movimiento Ciudadano. No pueden presumir de ese oficio ni Noel Chávez ni Memo Ramírez, con todo y los municipios que representan, por la cerrazón que guardan para unos cuantos y para colmo, esos cuantos que mantienen cerca, son los que menos aportan.
Entonces, Villalobos podrá moverse libremente con la charola de asesor de la oficina de la gobernadora para arreglar el desastre que traen en todos lados, aunque tampoco es que sea omnipotente ni que merezca mayores fanfarrias, pero por lo pronto, tiene en la lista de prioridades, el encargo de restablecer o construir incluso la relación con los medios de comunicación por petición directa del recién nombrado coordinador de Comunicación Social en el Estado, Sergio Ramírez Robles, quien le expresó a Pedro su preocupación por la inacción de la oficina de la zona sur que sólo se entiende con no más de tres.
La estrategia es darle un segundo aire a la administración de Maru a través de todo lo que dependa de Gobierno del Estado, lo que incluye instituciones educativas, oficinas regionales, dependencias, organismos, delegaciones, subdelegaciones y, por supuesto, alcaldías afines. Pero más allá, lograr aglutinar a morenos y emecistas o exes y dolidos de ambos partidos que puedan incluso integrar a la nómina. ¡La campaña al 2027 inició el 3 de junio!
Esta misma semana tendrá, por encargo de Maru, acercamiento con Mayra Chávez, recién designada como superdelegada de Bienestar y no pudo encontrar mejor interlocutor de ambos gobiernos que Pedro, porque además de excompañeros de Legislatura, guardan una muy cercana amistad. ¿Quién de los funcionarios de Parral o diputados, incluso, puede presumir un mejor trato con la representante de Gobierno Federal en Chihuahua? Son datos duros, no flores al azar.
Este mismo lunes platicó con Chava Calderón sobre lo que hay que hacer para corregirle la plana al accidentado arranque de trienio y disminuir los efectos de la curva de aprendizaje.
Pedro Villalobos transitó con Omar Bazán, con Chela Ortiz, con Lilia Aguilar, con Cruz Pérez, con Otto Valles y con casi todos sostuvo diferencias, pero en todos lados dejó gente sembrada o cosechó relaciones que le han acompañado y lo seguirán otra vez hasta el 2027. Colocó a su gente en la SSPE, en Palacio, en el Congreso y en Presidencia. Nadie lo quiso ver, pero basta con que lo haya notado la persona con más poder en el Estado.
El puesto es algo así como lo que en el PRI llaman delegados regionales y que les permite, insistimos, libre movimiento por varias regiones y, en el caso de Pedro, básicamente por todo el Estado, convirtiéndose en operador de tiempo completo con charola de la mera, mera.
Al tiempo.