En la todavía naciente 68 Legislatura local, han sido pocos los diputados que han atraído reflectores, y en el caso de la región sur, Arturo Medina, cuya cabecera es Guachochi, y más específicamente de los tres que son de Parral, solo Francisco Sánchez mantiene presencia en medios, y no a través de boletines.
Hay que reconocer sin apasionamientos de corte político, que el geoestratega ha sido más noticia que la mayoría de los 33 legisladores, porque, por iniciativa de él, se votó el punto de acuerdo cuyo fin era promover una controversia constitucional contra la Reforma Judicial que terminó en un desastre de interpretaciones por lo que es y lo que debe ser la mayoría.
Resulta que, en el recinto, estaban presentes 31 de los 33 diputados locales y la votación quedó 16 a 15, lo que, en matemáticas simples, aquí y en China, el 16 es mayor que el 15, pero aplicando la Ley Orgánica del Congreso, que en términos llanos y simples dicta que deben registrarse la mitad más un voto de los presentes, no de los que conforman la Legislatura.
Lo anterior se interpreta que, si había 31 diputados, necesitarían 16, no 17 para decretar la mayoría necesaria, pero Elizabeth Guzmán, la presidenta del Palacio Legislativo -de Morena, para variar-, se aferró a que no funcionaba así y que faltaba el voto 17 y desechó el punto de acuerdo.
A final de cuentas, el único que alzó la voz fue el emecista Sánchez Villegas, porque ni el PRI ni el PAN le dieron seguimiento, y por si fuera poco, la totalidad de la bancada de Acción Nacional, excepto por Jorge Soto, votó a favor de la militarización de la Guardia Nacional, contradiciendo su propio discurso de que no lo haría, y quedando igual que su exmilitante Javier Corral, quien, desde el Senado, también aplaudió como foca la iniciativa del presidente López Obrador. ¡¿De qué se trata entonces?!
Francisco Sánchez al menos conservó, por esta ocasión, la congruencia al mantenerse firme en el no a la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que le valió para llamar traicioneros y sumisos al poder a los panistas, pero además, también le dio seguimiento a la chicanada de la presidenta del Congreso con la flagrante violación a la Ley Orgánica y promovió, ante el Tribunal Estatal Electoral de Chihuahua, un juicio electoral para ella.
Los rumores apuntan a que, ante la inminente toma de protesta de Claudia Sheinbaum como presidenta de México y la asistencia de Maru Campos a la misma, optaron por dejar pasar lo de la Guardia Nacional, que de todas formas iba a suceder, y no comenzar con el pie izquierdo con el nuevo Gobierno Federal, pero si así fuera, surge la duda razonable: ¿Qué no era Movimiento Ciudadano el esquirol de Morena y Acción Nacional la férrea oposición? ¿O es de momentos a conveniencia?
Hasta en El Universal, el periódico de mayor circulación a nivel nacional, le dedicaron una nota al geodiputado, con un encabezado que anunciaba que «un diputado de MC en Chihuahua buscaba promover una controversia constitucional sobre la Reforma Judicial».
Mientras tanto, el priista Memo Ramírez ha enviado apenas dos boletines: uno el 14 de septiembre sobre una reunión con estudiantes universitarios, y otro el 17 promoviendo su primer iniciativa que no lleva a ningún lugar, por la que busca optimizar los tiempos de debate, lo que sea que eso signifique, y anda más ocupado en vendettas personales.
Y Alma Portillo…bueno, ni siquiera hay algo destacable, salvo que ahora resulta que quiere que los síndicos tengan más representación en los Cabildos. ¿Cómo la que tuvo ella en la administración de César Peña? ¡No, gracias!