En la temprana carrera por la gubernatura de Chihuahua para el 2027, aunque muchos se apuntarán con intenciones de conseguir huesos de consolación como diputaciones, secretarías, alcaldías y más, hay, hasta ahorita, cuatro aspirantes con posibilidades reales de obtener la candidatura y ser competitivos, y tres de ellos los tiene Morena.
No hace falta ser un gurú de la política para identificar, sin orden de importancia, que Andrea Chávez, Ariadna Montiel y Cruz Pérez Cuéllar son los más aventajados en el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador para buscar teñir de guinda al Estado dentro de tres años, una tarea en la que ya trabajan los tres desde sus responsabilidades actuales y futuras.
El hecho de que Ariadna Montiel haya nacido en la Ciudad de México y que haya sido diputada por la capital del país, no es impedimento para que sea considerada en la carrera por ocupar la silla de Maru Campos, pues aparentemente la secretaria del Bienestar ya tiene domicilio en Ciudad Juárez para lo que se ofrezca, como si eso fuera impedimento si rescatamos casos como el de la zacatecana Rocío Nahle, que compitió y ganó la gubernatura de Veracruz, ya que, en Morena, todo es posible. El que Montiel haya sido ratificada en la poderosa Secretaría asistencialista que maneja un barril sin fondo de recursos, no es casualidad, porque esas en política no existen.
Andrea Chávez ostenta el récord de ser la chihuahuense más votada en la historia con más de 861 mil sufragios que la convirtieron en senadora electa, dejando en el camino a un soberbio Mario Vázquez que se sentía invencible y ya estaba pensando en ser candidato a gobernador en el 2027, sueño que se le convirtió en pesadilla al perder contra la joven y aguerrida diputada morenista. Si bien, Don Mario llegará a la Cámara Alta, no será con el respaldo moral de un ganador, sino del mejor perdedor, y eso le trunca o, al menos, le reduce considerablemente sus posibilidades para el ’27.
Cruz Pérez Cuéllar también tiene su propio récord, es del edil más votado en la historia de Ciudad Juárez, con 354 mil voluntades que creyeron en él, sacándole ventaja por más de 100 mil votos al PRIAN, lo que le otorga el pase directo a buscar la candidatura de Morena. Ahora resta trabajar tres años para convencer a Claudia Sheinbaum que él es el que garantiza el triunfo para la 4T en el 2027, lo que no le van a permitir Andrea y Ariadna, pero Cruz tiene algo que no tienen sus dos compañeras de partido: una estructura en varias partes del Estado que hace seis años trabaja para ese proyecto que le arrebató Juan Carlos Loera en el 2021 con un desastroso resultado.
Para no dejar nada en el tintero moreno, hay que hablar de otra persona que resultará clave para los morenistas: Teresita Ruiz Anchondo, la fallida candidata a la diputación federal del Noveno Distrito, quien ganó perdiendo. Y es que, en compensación por el susto que le metió a Noel Chávez, la convertirán en la próxima delegada de Bienestar en Chihuahua, el cargo que tuvo mucho tiempo Loera De La Rosa. Entonces, en algún momento, tendrá que decidir a quien apoya, si a Cruz, a su jefa inmediata, Ariadna, o a la senadora que le apuesta al relevo generacional, Andrea.
Hay un cuarto aspirante que no es de Morena y que también cuenta su propia historia de éxito. Se trata de Marco Bonilla Mendoza, alcalde reelecto de la mismísima capital del Estado que no le dio la más mínima oportunidad a Morena de penetrar en la ciudad de Chihuahua, pues el 57 por ciento de los ciudadanos votaron por él, lo que se refleja en 248 mil votos, prácticamente el doble de los que obtuvo el antipático de Miguel La Torre, expanista convertido a morenista.
Bonilla es el precandidato natural del PAN – que no de la alianza con el PRI – para buscar suceder a su jefa y madrina política, Maru Campos, como titular del Ejecutivo Estatal. El hecho de que Valenciano, el de Delicias, haya levantado la mano y esté haciendo campaña, es parte del juego, pero de ahí a que le alcance, es otra cosa.
En el PRI no hay un personaje de peso que pueda considerarse un competidor real. ¿O quién le gusta? ¿Alejandro Domínguez? ¿En serio? ¿Chela Ortiz otra vez? ¿La que “declinó” sin declinar por Maru, pero coludida con Javier Corral? ¿La que perdió el Distrito 09, casi plurinominal para el PRI? ¿Hay que tomar en serio que la popularidad indiscutible de Tony Meléndez como artista le da para representar las siglas tricolores en una campaña por la gubernatura? A eso agréguele que líderes nacionales del PAN están presionando para no volver a aliarse con el Revolucionario Institucional y el agandalle de Alito Moreno – y de Chela – para terminar de exprimir lo que queda del partido.
Movimiento Ciudadano merece mención aparte. Han dado claras señales de que van con Morena y mañana hablaremos de lo que está haciendo El Caballo.