La violencia contra las mujeres en los espacios públicos es una problemática alarmante, cada año aumentan las cifras, no sólo con el cúmulo de denuncias formales, sino hay ataques que no llegan a denunciarse por distintos motivos.
Así lo expuso diputado priista, Omar Bazán, quien agregó que los delitos se cometen en todo tipo de espacios, desde centros nocturnos hasta planteles escolares, exponiendo que este tipo de violencia no sólo afecta a mujeres adultas y jóvenes, sino también a niñas y adolescentes.
La Organización Mundial de la Salud, dijo el legislador, ha considerado esta violencia como un problema generalizado y devastador, ya que comienza incluso en edades extremadamente tempranas.
«¡Nuestras ciudadanas están en riesgo!: en los resultados de la Encuesta de Victimización Prevalencia e Incidencia Delictiva, levantada por el Inegi, se mostró que en 2021 las mujeres eran más vulnerables a la incidencia delictiva en los delitos sexuales, al contabilizarse 10 delitos sexuales cometidos contra mujeres por cada delito sexual cometido contra hombres», alertó.
La encuesta incluía delitos sexuales como hostigamiento o intimidación sexual, manoseo, exhibicionismo, intento de violación y violación sexual. No obstante, no mostraba los lugares donde había mayor incidencia de estos delitos. Sin embargo, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, realizada en 2019, muestra que los lugares con mayor incidencia son públicos
A pesar de que México ha logrado avances significativos en cuanto respecta al reconocimiento formal de los derechos de las mujeres y la igualdad de género, muchas mujeres, adolescentes y niñas en nuestro país se enfrentan a situaciones difíciles.
El suceso con mayor ocurrencia son las miradas con morbo. Sin embargo, hay actos que van desde miradas hasta tocamientos. La violencia sexual es un tema al que se debe prestarse mucha atención, ya que los efectos que sufren las víctimas van más allá de los problemas físicos, en términos psicológicos, las víctimas de agresiones sexuales pueden sufrir crisis de ansiedad, depresión, estrés postraumático, insomnio y otros trastornos psicológicos.
También pueden experimentar sentimientos de culpa, vergüenza, miedo, rabia y desconfianza en los demás. La víctima no vuelve a ser la misma después de un ataque, pues hay un daño que debe repararse, ocasionando que ellas no tengan la oportunidad de disfrutar plenamente de sus derechos y libertades.
La violencia contra las mujeres en los espacios públicos es un problema alarmante y persistente, el cual afecta a mujeres de todas las edades, clases sociales y orígenes étnicos; la violencia de la que son víctimas va desde el acoso sexual, la violación y hasta el asesinato. Es muy común que las mujeres sean vistas como objetos sexuales, lo que crea una cultura de impunidad y normalización frente a los actos de acoso sexual y violación.
Este panorama, considera Bazán Flores, nos obliga a hacer una reforma para la incorporación de una agravante que aumente las penas para sancionar el delito de abuso sexual y violación si estos se llegasen cometer en lugares públicos, establecimientos mercantiles, vía pública, así como en el transporte público y privado, lo anterior con el objetivo fundamental de hacerle frente a la violencia sexual que sufren las mujeres, niñas y adolescentes.
Los datos anteriores exponen la falta de medidas de seguridad adecuadas y la normalización de la violencia contra las mujeres. La violencia en los espacios públicos es un problema sistémico que se deriva de las desigualdades de género profundamente arraigadas en la sociedad mexicana, en este contexto es necesario establecer medidas urgentes para prevenir y erradicar cualquier manifestación de violencia contra mujeres, niñas y adolescentes en nuestro país y asegurarles de esa manera que se sientan más seguras en cualquier espacio, especialmente si se trata del espacio público, lo cual es indispensable para el ejercicio pleno de sus derechos y libertades.
El marco legal propuesto es adicionar la fracción VIII al artículo 175 del Código Penal del Estado de Chihuahua, para para incorporar agravantes a este tipo de acoso.