Redacción de ‘El Papelerito’
Luego de que un juez en El Paso, Texas, desestimara la demanda civil promovida por el Gobierno del Estado de Chihuahua contra el exgobernador César Duarte por la supuesta adquisición de 50 propiedades en Estados Unidos, el exmandatario Javier Corral Jurado rompió el silencio y atribuyó el revés judicial a la actual administración estatal encabezada por María Eugenia Campos Galván, a quien acusó de “proteger” a Duarte y obstaculizar el proceso.
“No es que las propiedades del vulgar ladrón de César Duarte no existan, sino que el Gobierno del Estado, hoy encabezado por María Eugenia Campos, nunca atendió ni respondió los requerimientos que la firma de abogados Buzbee le solicitó para aportar elementos de prueba en el juicio”, escribió Corral en redes sociales tras conocerse el fallo judicial.
El juez Rubén Morales dictaminó que no se aportaron pruebas suficientes para sostener la acusación de que Duarte poseía una red de bienes inmuebles valuada en más de 25 millones de dólares en Texas y Nuevo México. Como resultado, la demanda fue desechada y se ordenó al gobierno estatal el pago de honorarios legales en favor de Duarte.
Sin embargo, Corral aclaró que la denuncia civil no fue impulsada a título personal, sino por el Gobierno del Estado de Chihuahua durante su gestión, y negó que haya representado un gasto para el erario:
“Es absolutamente falso que yo haya presentado esta denuncia de manera personal. Las denuncias, incluida esta, fueron realizadas por el gobierno estatal. Tampoco es cierto que costara recursos al pueblo de Chihuahua, ya que los honorarios del despacho jurídico solo serían cubiertos en caso de recuperarse los bienes”, afirmó.
Además, acusó a los actuales funcionarios César Jáuregui Moreno y Santiago de la Peña Grajeda, ambos del gabinete de Campos, de haber desmantelado la estrategia jurídica contra Duarte al ignorar las solicitudes del bufete legal contratado en Estados Unidos. En ese contexto, señaló que la resolución judicial no absuelve a Duarte, sino que exhibe el abandono de la causa por parte de sus presuntos cómplices.
“Las pruebas jamás llegaron, no porque no existieran, sino porque sus cómplices jamás respondieron”, sentenció Corral.
En su mensaje, el panista también descalificó las declaraciones hechas por Duarte tras el fallo, en las que este insinuó que presentaría una demanda por daño moral. Corral calificó tales afirmaciones como parte de una estrategia de victimización basada en “mentiras y manipulación”.
“El más grande ladrón en la historia de Chihuahua sigue victimizándose, justificando su enorme riqueza y pretendiendo mostrarse como un hombre honorable. Su impunidad no es prueba de inocencia, sino del pacto de protección que mantiene con el actual gobierno estatal”, remató.
Finalmente, Javier Corral lanzó un mensaje dirigido tanto a la opinión pública como a sus críticos:
“No tengo duda de que la historia pondrá a cada quien en su lugar.”
Este nuevo episodio reaviva las tensiones entre los grupos políticos herederos del conflicto Duarte–Corral, en un contexto donde el discurso anticorrupción del sexenio pasado se enfrenta a crecientes cuestionamientos sobre su viabilidad judicial, mientras las acusaciones de impunidad y complicidad pesan ahora sobre el actual gobierno estatal.