El obispo de Tarahumara, Juan Manuel González Sandoval, emitió una carta a los fieles de Guachochi, en la que expresa consuelo y pide esperanza, al tiempo que repudia la violencia, tras las balaceras registradas durante las últimas horas.
«Con el corazón profundamente conmovido me dirijo a ustedes, después de los dolorosos acontecimientos que hemos vivido en estos dias en nuestro querido Guachochi», comienza la misiva.
Considera el obispo que las balaceras han sembraron miedo, angustia y dolor en ñas calles, hogares y corazones, por lo que, a nombre de ña Ilglesia diocesana, expresa su más cercano consuelo y su palabra de esperanza, pero también un firme repudio a toda forma de violencia.
«A quienes fueron testigos de estos momentos aterradores, a quienes hoy sienten el corazón herido por la inseguridad que nos rodea, les digo: no están solos. Jesús, que lloró ante la tumba de su amigo Lázaro, está hoy con nosotros, llorando con nosotros, caminando con nosotros», se lee.
González Sandoval afirma que, como Iglesia, están con el pueblo de Guachochi, a través de la oración, y pide a los fieles que, aunque la noche parezca oscura, no olviden que son hijos de la luz.
«El miedo no tiene la última palabra. Dios no abandona a su pueblo. Nuestra esperanza está puesta en Cristo Resucitado que venció el odio, la muerte y el pecado. Él nos invita a seguir construyendo la paz desde abajo, desde nuestras familias, nuestras comunidades, nuestras parroquias. La esperanza no es ingenuidad: es una decisión firme de seguir creyendo en la fuerza del bien, de la verdad y del amor», agrega el texto.
El prelado, como pastor de la Iglesia de Tarahumara, levanta la voz para repudiar con firmeza toda forma de violencia, sentenciado que no podemos acostumbrarnos a vivir entre balas, a aceptar como normal lo que es contrario a la dignidad humana.
Esta es la carta:
