La frustración de la dirigente del Partido Revolucionario Institucional de Parral porque no ha logrado doblegar a Chava Calderón para que éste haga lo que ella quiere tanto en el gabinete como en la Presidencia misma, ha llegado a un nivel de desesperación que la alejó del alcalde electo.
Eso de que hace 15 días no dialoga con él, no es porque no sea cierto que lo ha presionando tanto, sino porque le está aplicando la Ley del Hielo debido a su molestia por la falta de inclusión de priistas, de los de Avril y Memo más específicamente, en direcciones y subdirecciones, y además, ni negocios ha podido concretar a la sombra del presupuesto municipal.
No solo no le bastó con su regiduría y la de Loreto Arzola, sino que, como ya lo habíamos comentado en este espacio, le pidió a Calderón que hiciera director de Seguridad Pública a su esposo, Ernesto Pando, petición que no solo fue denegada por Chava, sino que la dejó en manos de Palacio de Gobierno, a través de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, donde no le alcanzará a Carmona la influencia y a Piñón ya se le acabó la que llegó a tener para ayudarla.
Avril no ha podido cumplirle la promesa a Raymundo Prieto de colocarlo en un puesto de primer nivel, porque el próximo alcalde se rehúsa a designarlo en la Coordinación de la Unidad Local de Protección Civil, misma que Chava se la tiene prometida a un caballista (o ex) que ya ocupó esa titularidad cuando Alfredo Lozoya fue presidente. Se trata de Víctor Iván Espinoza, el que le clausuró la pizzería a Chu Aguirre en el 2017, pero esa, es otra historia, como dijera la Nana Goya.
Regresando con el pliego petitorio de Avril Carmona, también le reclamó al próximo munícipe por la inclusión de Saúl Torres en Desarrollo Rural si, a decir de ella, él no era priista, con todo y que el padre de Torres fue regidor tricolor hace varios años, pero de eso prefiere no acordarse la presidenta del Comité Directivo Municipal del partido.
Lo raro de la férrea defensa de Avril por los priistas es la doble moral con la que juega, pues mientras a Salvador Calderón le cuestiona sus decisiones al conformar su gabiente sin tricolores, Carmona Pérez avaló sin chistar que la síndica electa, Dalila Villalobos, contratara a Mónica Pasillas para el área jurídica de Sindicatura, no porque le falte experiencia a la panista, sino precisamente por ser panista, habiendo tanto abogado en el PRI, ¿qué no?
Uno más: para el Instituto Municipal del Deporte, Avril casi le ordena al alcalde electo que esa Dirección recaiga en Juvencio Torres, con probada experiencia en el área, si, ¿pero que no la jugó con Morena para Vanessa Terrazas y Otto Valles? ¿Dónde está la congruencia de Carmona?
Pero no es solo la Presidencia del Revolucionario Institucional, su regiduría y el querer imponer funcionarios. Avril Carmona busca todo el pastel, incluyendo la concesión de ser ella quien administre las máquinas expendedoras de refrescos y snakcs en Presidencia Municipal, lo que tampoco le ha concedido Chava, así que ya se imaginarán el grado de berrinche que ha traído en las últimas dos semanas.
De ahí que el cuestionamiento real sea: ¿las exigencias de Avril son las exigencias del PRI?