En medio de los festejos por el Día del Policía, es crucial reflexionar sobre la cruda realidad que enfrentan los oficiales en Parral. Desafortunadamente, la falta de fondos de ahorro, la nula existencia de las pensiones y un servicio médico más que precario han convertido la labor policial en un desafío constante.
Es inaceptable que el Gobierno Municipal deje desprotegida a una de sus áreas fundamentales: la Seguridad Pública. Los oficiales se ven obligados a enfrentar la incertidumbre del futuro, algunos incluso optando por un segundo empleo para solventar necesidades básicas, como los gastos médicos, por ejemplo, mientras carecen de las herramientas necesarias para trabajar y para un retiro digno.
La espera a que un oficial fallezca para eliminarlo de la nómina es una práctica inhumana que subraya la falta de compromiso de las autoridades hacia quienes han entregado su vida al cuerpo policiaco. Y es que hay casos de oficiales mayores de 70 años que se ven forzados a continuar trabajando. ¿Realmente es eficiente un adulto mayor como parte de la fuerza policial? ¡Supone más peligro para la propia vida del policía!
No existe un método viable para pensionarse. Ya más de ocho años de promesas incumplidas, donde las autoridades actuales apenas brindan uniformes, mientras perpetúan la desprotección de quienes arriesgan sus vidas diariamente.
A nuestros valientes oficiales: En medio de las dificultades y carencias, su dedicación y servicio no pasan desapercibidos. A ellos: gracias por enfrentar cada día con valentía y proteger a nuestra comunidad. Su labor es esencial, y merecen un reconocimiento sincero y cambios que reflejen su sacrificio. Exijamos un trato digno y condiciones justas.