Redacción de ‘El Papelerito’
Pese a los recientes hechos violentos que han sacudido diversas comunidades de Guadalupe y Calvo, la alcaldesa Ana Laura González Ábrego restó importancia al impacto económico que ha generado la inseguridad en la región, al afirmar que “solamente cuatro o cinco negocios” han cerrado «por miedo», especifica.
En declaraciones recientes, González Ábrego descartó además que exista desabasto de alimentos, asegurando que la situación “ya se encuentra bajo control” gracias al despliegue de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) y la Guardia Nacional.
“Algunos negocios han cerrado, pocos, cuatro o cinco por motivo de que tienen miedo”, señaló, minimizando las denuncias que se han hecho públicas en redes sociales sobre el cierre masivo de comercios ante la ola de violencia y, también, porque los delincuentes no permiten el ingreso de proveedores al municipio serrano.
Las afirmaciones de la presidenta municipal contrastan con la realidad que reportan habitantes de Guadalupe y Calvo, quienes han compartido imágenes de cortinas cerradas y calles desiertas, en medio de un clima de temor por los enfrentamientos armados que se han registrado en localidades como El Zorrillo, La Haciendita, El Pinito y la cabecera principal, donde se han observado civiles armados en espacios públicos.
Además de los ataques a la población civil, que han dejado heridos incluso a menores de edad, diversos testimonios dan cuenta de la interrupción de actividades comerciales, la suspensión de servicios municipales —incluyendo el cierre prolongado de la Presidencia— y la parálisis en sectores clave de la economía local, como el comercio y el transporte.
La postura de la alcaldesa ha generado molestia entre sectores de la población que consideran que las autoridades están tratando de minimizar la gravedad del problema. Cabe recordar que la propia presidenta municipal ha admitido que permanece resguardada en su domicilio desde hace días, bajo custodia de la Guardia Nacional, a la espera de condiciones de seguridad para retomar sus actividades públicas.
Mientras tanto, la incertidumbre sigue siendo la constante para muchos residentes.