Ciudadanos que se encontraba en la Plaza de Armas cuando arribó la manifestación con motivo del 8 de marzo, se dieron cuenta de que las agitadoras embozadas estaban por pintar las puertas de la Catedral de Chihuahua y se interpusieron para evitarlo.
Incluso, una mujer acompañada de su hijo, menor de edad, estaba dispuesta a dañar las puertas con aerosol, contaron testigos.
«Mire, hoy en la manifestación intentaron pintar la Catedral un niño y su mamá. ¡No lo va a creer! ¡Un niño y su mamá! ¡El mundo está mal!», expresó con asombro una persona.
Por fortuna para otro inmueble histórico, ciudadanos que aparecen en la fotografía se plantaron frente a las puertas en el atrio de Catedral e impidieron que se le vandalizara.