Redacción de ‘El Papelerito’
La dirigente estatal de Morena, Brighite Granados, difundió en redes sociales una fotografía donde aparece acompañada del alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, y de los senadores Juan Carlos Loera de la Rosa y Andrea Chávez Treviño, con un mensaje de aparente cohesión rumbo al futuro político de la entidad.
“En Chihuahua hay unidad y compromiso (…) lograremos que nuestro estado se pinte de guinda en el 2027”, escribió Granados, en alusión al próximo proceso electoral en el que estará en juego la gubernatura.
No obstante, tras la imagen de armonía, se esconden marcadas diferencias entre los tres perfiles que hoy encabezan las aspiraciones morenistas en Chihuahua.
El alcalde de Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, se ha convertido en uno de los cuadros más visibles de Morena en la entidad gracias al peso político de la frontera. Sin embargo, arrastra una relación ríspida con Juan Carlos Loera, exdelegado federal de los programas sociales y excandidato a la gubernatura en 2021, cuando perdió frente a Maru Campos.
Las diferencias entre ambos han sido evidentes: mientras Loera mantiene el respaldo de un sector ligado al exsuperdelegado y al aparato federal, Pérez Cuéllar ha buscado construir su propia plataforma desde el municipio más grande del estado, con frecuentes roces y acusaciones mutuas dentro de las estructuras de Morena.
En medio de esta pugna aparece la senadora Andrea Chávez Treviño, cercana al círculo de Adán Augusto López Hernández y considerada parte de la nueva camada de políticos morenistas. Su nombre, a pesar de los escándalos del líder de la bancada morenista en el Senado con el grupo criminal «La Barredora» y el huachicol fiscal, continúa sonando como carta para disputar la gubernatura en 2027, pese a su juventud y a que enfrenta resistencias dentro del propio partido por el peso de liderazgos tradicionales.
Aunque Brighite Granados habla de “unidad y compromiso”, la realidad es que la imagen conjunta de los tres personajes es también una fotografía adelantada de la carrera por la candidatura a la gubernatura del 2027.
En Morena conviven, con evidentes tensiones, tres proyectos distintos: el del edil fronterizo que busca consolidar su plataforma en Juárez, el del exdelegado federal que aún reclama espacios tras su derrota, y el de la joven senadora que se perfila como carta fresca del oficialismo.
El reto para la dirigencia será evitar que la narrativa de unidad se convierta en un espejismo frente a una contienda interna que promete recrudecerse conforme se acerque la sucesión en el estado.