Diputados de Morena, PVEM y Partido del Trabajo aprobaron en lo general con 328 votos a favor, 131 votos en contra y cinco abstenciones la Ley General de Aguas, que para la oposición es un documento que garantiza el “clientelismo hídrico”.
En su fundamentación, la diputada presidenta de la Comisión de Recursos Hidráulico, Elizabeth Cervantes de la Cruz, afirmó que la Ley de Aguas Nacionales “transformará el régimen del agua en México y garantiza de manera efectiva el derecho humano al agua para todas y todos”.
“Garantizando certeza jurídica a través de la conformación de un sistema de concesiones más ordenado que transparente, que frene el acaparamiento y ponga punto final a la sobreexplotación”, aseguró.
Cervantes de la Cruz dijo que habrá “certeza jurídica y accesibilidad. Se crea el Registro Público Nacional de Agua, realmente público y accesible para poner fin a los manejos opacos”.
“Fin al abuso de concesiones y sobreexplotación. Se ordena el Sistema de Concesiones y Asignaciones, haciéndolo claro, expedito y transparente”, resaltó.
La presidenta de la comisión, garantizó que “cuando se transmita el dominio de tierras vinculadas con un título de concesión para el uso del agua, el nuevo propietario no perderá ningún derecho, al contrario, conservará los derechos sobre la explotación, uso o aprovechamiento”.
Antes, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, pidió la palabra y adelantó que “vamos a denunciar a los acaparadores, a los que monopolizan el agua. Vamos a ser muy fuertes en todos aquellos que han hecho del agua una mercancía y un negocio”.
“Es la hora de hacerlo. Desde nuestro punto de vista, no puede ser que haya poblaciones que sufren por la carencia del agua y otros trafiquen de manera ilegal con este vital líquido”, aseveró.
La diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Annia Sarahí Gómez Cárdenas, afirmó que “esta no es una Ley de Aguas, es una ley de control, bajo el pretexto de garantizar agua para todos Morena busca concentrar el poder sobre cada pozo, cada presa y cada municipio del país, no es técnica es política”.
“El agua dejará de ser un derecho y se convertirá en un permiso del gobierno, un permiso que se puede quitar, modificar o negar según la conveniencia del poder, eso no es justicia hídrica es sometimiento y a los que hoy tienen la mayoría se les olvida que no van a estar ahí toda la vida”, enfatizó.
La diputada del PAN consideró que con “esta ley, el campesino se convierte en sospechoso y el burócrata en dueño. Criminalizan al productor que riega su tierra, pero blindan al político que amasa concesiones millonarias”.
Gómez Cárdenas recordó las listas de presuntos acaparadores: “mencionan nombres de quienes sí son ganaderos o agricultores. La exministra de la Corte, Olga Sánchez Cordero, es notaria; ¿para qué quiere una concesión de 2.6 millones de metros cúbicos al año?”.
“Si van a señalar a nosotros, véanse primero ustedes mismos. Esa es la verdadera cara de esta reforma: castiga al que produce y protege al que concentra; premia la cercanía al poder, no el esfuerzo ni la productividad”, remarcó.
Humberto Ambriz, diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) resaltó que “se prohíbe la transmisión libre de derechos de agua y no habrá transferencias automáticas de concesiones cuando se vendan, arrienden o hereden tierras”.
“La transmisión quedará sujeta a autorización discrecional de la autoridad, esto implica que la parcela quedará dividida, la tierra, por un lado, y el agua por el otro”, apuntó.
El priista Ambriz subrayó que “se incrementan las multas y se introducen delitos hídricos que llevarán a prisión y a sanciones millonarias, por lo que en los hechos amenazan la actividad normal del productor”.
“Este dictamen no contiene el derecho al mínimo vital de 60 litros diarios por persona, impulsado por el PRI; no tiene mecanismos de auditoría de los registros de los títulos, protección patrimonial de las concesiones ni una estrategia financiera real que fortalezca a Conagua”, indicó.
El panista Paulo Gonzalo Martínez advirtió que “Morena está intentando quedarse con el agua de la gente, así de claro y así de grave”.
“Y no debería sorprendernos, vienen de la escuela del ‘rey del cash’, del ‘huachicol’ del combustible y del ‘huachicol’ fiscal. Y, como ese negocio ya no les alcanza, ahora buscan el ‘huachicol’ del agua”, remarcó.



