Durango vive una ola de indignación tras la muerte de Paloma Nicole A.E., de 14 años, quien fue sometida a una cirugía estética en condiciones presuntamente irregulares y sin el consentimiento de su padre.
La adolescente fue intervenida el 12 de septiembre en un hospital privado de la calle Fénix, donde se le practicó una mamoplastia. El procedimiento, de acuerdo con la denuncia de su padre, solo fue autorizado por la madre de la menor, Paloma Jazmín “N”, en complicidad con el cirujano plástico Víctor Manuel “R”, con quien mantenía una relación sentimental.
Las complicaciones posteriores a la cirugía derivaron en la muerte de Paloma el 20 de septiembre. Sin embargo, el acta de defunción consignó como causa una “enfermedad”, lo que la familia paterna denunció como un intento de encubrimiento.
La controversia se intensificó cuando, en pleno velorio, agentes de la Fiscalía General del Estado irrumpieron en la funeraria para llevar el cuerpo al Servicio Médico Forense, con el fin de realizar la autopsia y esclarecer lo ocurrido.
En redes sociales, Carlos Said, padre de la menor, exigió una investigación a fondo contra el cirujano, la madre de la adolescente y el personal del hospital, al señalar una cadena de irregularidades y negligencia médica.
El caso ha desatado un debate nacional sobre la ética profesional, la responsabilidad de los médicos y la permisividad en procedimientos quirúrgicos a menores de edad.