La mamá de un menor de 6 años de edad denunció públicamente en una carta enviada al doctor César Alberto Flores Cerna, director del Hospital General de Santa María del Oro, Durango, al médico Pedro Antonio Melgarejo Lara, quien atiende de lunes a viernes por las tardes en el área de Urgencias de ese nosocomio por considerar que su actitud en la atención al niño, derivó en la muerte de este.
Los hechos sucedieron el pasado 11 de agosto cerca de las 7 p.m. cuando asistieron al Hospital General a consulta, ya que Edriel Octavio Rayos Reyes, nombre del pequeño, presentaba aparente taquicardia, además de contar con historial de una meningitis detectada a los 9 meses de edad.
La madre narra que en cuanto vio a su hijo mal, acudió por atención médica y en la clínica estaba a cargo del turno vespertino el Dr. Melgarejo, a quien -cuenta la señora- «le pedi de la manera más humillada me le diera atención a mi hijo», y según sus propias palabras, el galeno le habría respondido de manera déspota: «¿Que no ves que estoy atendiendo un paciente? ¡Necesitas esperarte!»
Aún con el evidente malestar del niño, sus padres se dispusieron a esperar a que les lllamaron cuando finalmente sucedió, el médico lo revisó superficialmente y pidió que lo canalizaran «para pasarle medicamento», es decir, aplicarle suero.
«Le dije Dr. [que] mi hijo se sentía agitado [porque] yo escuchaba que en sus pulmones se le sentía como si trajera flemitas», recuerda la mujer y agrega que ella preguntó si su hijo podría necesitar oxígeno, pero el doctor le contestó que no, que el menor «no tenía nada» y que solo estaba deshidratado.
Más tarde, al haber cambio de turno y llegar una doctora, de nombre Fernanda Silvestre, entró y «lo checó, pero no hizo ningún cambio al diagnostico porque el doctor Melgarejo dejó indicaciones de que no se moviera nada de como él había dejado», describe.
Ya en la madrugada, alrededor de las 4 de la mañana, recuerda que comenzó a ver al niño cada vez más mal y «como si estuviera inconsciente», por lo que avisó a las enfermeras, pero fue hasta pasadas las 8 a.m. cuando la doctora realizó su ronda de revisión de pacientes «y en cuanto ella miró a mi hijo preguntó ‘¿cuánto tiempo tiene este niño así?’ [y] la enfermera dijo ‘¿así cómo?’, a lo que la médico respondió sorprendida «¡Así! ¡Este niño esta inconsciente [y] tiene que ser trasladado fuera de aquí!».
Entonces si, rápidamente se hizo el movimiento para envairlos a Parral, Chihuahua, pero el pequeño ya iba en un estado de salud grave, tanto así que al llegar a Parral fue intubado.
Cabe destacar que llegó sin diagnostico y sin nota médica de tratamiento «y para variar, sin enfermera que nos auxiliara en la ambulancia en caso de ofrecerse», lamenta la madre.
«Los doctores se preguntaban una y otra vez qué podría ser lo que mi hijo tenía para estar en esa situación», sigue narrando la mamá y agrega que pasaron sábado y domingo en el Seguro Social en los que les hicieron varios estudios y le fue detectada neumonía con anemia, incluso le hicieron una transfusión de sangre y se le ordenó una prueba de COVID, además de indicar que le practicaran una tomografía para revisar si tenía daño en su cerebro, misma que se le realizaría el lunes, pero desafortunadamente el pequeño de seis años de edad no lo logró y el domingo, a las 11:40 de la noche, comenzó a presentar complicación para respirar, «nos sacaron y comenzaron a reanimarlo, pero mi bebé no resistió, murió en la lucha», cuenta su angustiada madre.
«Es por eso que decidimos poner nuestra queja de manera oficial, porque un doctor hace juramento para luchar por la vida del paciente hasta el final [y] siento que a mi hijo le faltó mucha atención, mucho humanismo, mucha empatia y mucha lucha», lamenta.
«Mi hijo ya murió, pero en nombre de su memoria pedimos una revisión de personal, ¡nuestro pueblo necesita gente humana Gente que no solo vea su bienestar o que le gane la flojera. ¡Ni un niño más, ni un adulto más! Merecemos trato digno, merecemos luchar porque muchos queremos vivir, ¡mi hijo queria vivir! Al hospital, créanme, nadie vamos por gusto, vamos por esperanza, ¡vamos por necesidad!», se puede leer en el documento que hizo público después de la tragedia.
Este es el documento que hizo circular la familia Rayos Reyes