Por José Luis Reyes Serrano
♪♫ Cuántos jilgueros y cenzontles veo pasar, pero hay que tristes vuelan esas avecillas; van a Chihuahua a llorar sobre Parral, donde descansa el General Francisco Villa ♪♫
Versa el popular corrido que a 99 años de ocurrido aquél trágico suceso, para muchos pareciera que apenas fue ayer.
Doroteo Arango murió en una emboscada en Parral, eran los encabezados de los periódicos de aquella época que a 8 columnas daban cuenta del trágico magnicidio.
La historia señala que Álvaro Obregón llegó a la Presidencia de México y cuando hubo consolidado su posición, toleró o abiertamente promovió algunos planes para asesinar a Pancho Villa, y ante el temor de que nuevamente se levantara en armas, se decide matarlo.
El 20 de julio de 1923 a las 8 de la mañana, de la Hacienda del Canutillo, Durango, con destino a Parral a una fiesta familiar, Villa le dijo a su chofer que él iba a conducir, tomando el asiento del conductor y subiendo al automóvil Dodge la guardia que lo protegía y acompañaba.
Avanzando por la calle Benito Juárez, una vialidad recta de una extensión de entre 400 y 500 metros, llegando hasta la curva con la calle Gabino Barreda en donde Villa, que iba manejando, bajó la velocidad del auto debido a la curva y a un gran charco de agua y lodo, momento que fue aprovechado por los asesinos.
Su cadáver fue decapitado en 1926. En esta profanación y ultraje intervinieron ayudantes locales y el estadounidense Handal, pagado por el rey de la prensa estadounidense, William Randolph Hearst, quien desembolsó cinco mil dólares por la cabeza de Villa, trocada en dantesco trofeo.
Hoy que han transcurrido 99 años, las autoridades municipales llevaron a cabo la Escenificación de la Muerte del General Francisco Villa, en donde el grupo de teatro «Guillermo Baca», como siempre, dio una gran muestra de talento, que fue del disfrute miles de personas que se dieron cita al evento.
“Se hablan muchas cosas del líder máximo de la División del Norte, pero si en algo podemos coincidir, es que durante su breve periodo como gobernante nos dejó importantes enseñanzas sobre la función pública a pesar de no haber concluido sus estudios, ya que supo reconocer la importancia de la educación para el futuro de nuestra comunidad y México entero”, mencionó previamente durante el homenaje luctuoso el alcalde César Peña.
Durante la recreación de los hechos en el mismo lugar donde fue inmolado Villa, parralenses y turistas parecieron viajar al pasado al apreciar el talento histriónico de quienes protagonizaron los simulacros, “es como si el General en persona renaciera para volver a morir”, comentaron algunos.
♪♫ Amigo fiel, y buen soldado. Grabó en su tumba ESTOY PRESENTE GENERAL ♪♫
Fue el culmen de el mismo corrido que ya le platicaba, ese que hoy se repitió varias veces para honrar la memoria de aquél polémico personaje que, luego de tantos años, sigue con su imagen generando beneficios para Parral, la ciudad que hasta para morir le gustaba.