El encabezado de esta entrega no es exagerado ni está dicho al azar. Las negociaciones entre las cúpulas político – partidistas así lo marcan, así lo pronostican y así, casi, casi lo aseguran. Se ha logrado cerrar la pinza en cuanto a los nombres de los candidatos de la oposición, entiéndase el PRIAN por un lado, y Morena – PT por el otro, para que el beneficio final sea el triunfo de Movimiento Ciudadano en el único bastión que tienen: Parral.
Tal como en aquel programa de concursos en televisión, así barajearon a los aspirantes preguntándose “Quién es…el rival más débil” y entonces escogieron, propusieron, negociaron, cedieron, impusieron, pactaron, subieron y bajaron nombres una y otra vez hasta que, nos cuentan, quedaron en un acuerdo: PT siglará la alianza con Morena, pero con Pedro Villalobos, no con Otto Valles, porque en el partido naranja confían que al exdiputado sí le ganan, pero a Otto no, o no tan fácil. Entonces, las hermanas Aguilar accedieron.
César Jáuregui, el fiscal carnal, no pudo meter a MC como parte de la coalición panista/priista/perredista, pero sí en cambio pudo convencer a la gobernadora Maru Campos de que la candidatura, por género, le corresponde a una mujer, y que esa mujer debe ser Ángeles Gutiérrez Valdéz, porque también a ella, creen los emecistas, que le ganan, pero no a Amín Corral ni a Chava Calderón…o no tan fácil.
Ya con esa parte “resuelta”, ahora sí dieron la primera señal en Movimiento Ciudadano: va Sol Sánchez como candidata a la alcaldía. La expresidenta del DIF Municipal no trae negativos en su persona ni arrastra por sí misma el desgaste que puede tener su marido al haber estado 5 años consecutivos en el poder y otros dos detrás de él.
“Tenemos asegurados otros tres periodos en Parral”, nos cuenta una fuente de lo más profundo de MC; las dos primeras de esta trilogía sería con Sol y para la tercera tienen 6 años para preparar a otro u otra candidata, y por lo que se ve, el plan va viento en popa y los que más trabajo hacen para que así sea son los opositores que no se ponen de acuerdo por no ceder a sus aspiraciones de querer ser todos y de que, si no son ellos, no apoyarán al que sí sea. Esa es la principal ventaja que tiene el movimiento naranja. Bueno, y la ayuda de Jáuregui.
O Pedro Villalobos y Ángeles Gutiérrez no lo saben, o se hacen. Pero de ahí a creerse que les darían las candidaturas porque los ven fuertes, es muy diferente. Tal vez lo que les falte es que abran los ojos para que en realidad la jueguen con el ánimo de ganar, porque los dejarán solos. No los quieren como presidentes, sino como ofertas a la piedra de los sacrificios. Como moneda de cambio para que el Estado conserve la gobernabilidad en el Congreso entre 2024 y 2027.
“Lo de Ángeles se complicó”, nos platicaron fuentes muy enteradas de Palacio de Gobierno. ¡Vaya Uste’ a saber qué quieren decir con eso! El mandamás de Movimiento Ciudadano no sabe que “se complicó”. En el caso de Morena-PT, ni Otto Valles ni Héctor Chávez la dejarán pasar tan fácilmente. Ellos, al igual que Pedro, realmente desean sacar a los naranjas del poder. Concuerdan en ese deseo legítimo Miguel Jurado Prieto y Amín Corral, por eso no los dejarán llegar, pero ni una cosa ni otra preocupa en el cuartel emecista. Si la negociación se cae, es decir, que no les pongan a los que ellos creen más débiles o más fáciles de vencer, siempre está la opción de que se suba Alfredo Lozoya a la candidatura a la Presidencia Municipal, y él, dicen, le gana a cualquiera. ¿Será?