A un mes de que inicien las campañas por la Presidencia Municipal de Parral, y con cuatro aspirantes, dos mujeres y dos hombres, las posibilidades reales, objetivamente hablando y sin discriminación, la tienen tres: Otto Valles, de PT-Morena; Chava Calderón, del PAN-PRI-PRD; y Sol Sánchez, de Movimiento Ciudadano.
Las encuestas, que dicen los que saben que son de quien las paga, colocan a Valles en la punta de las preferencias, a Calderón en segundo lugar, y a Sánchez en tercero, pero para efectos de ubicación de realidades, sin falsos apasionamientos, y basándonos en la organización de sus equipos, Otto conserva el primer lugar, pero Chava se desplazaría hasta el tercero, ubicando a Sol por encima del todavía delegado de Desarrollo Humano y Bien Común.
La deducción de lo anterior no requiere mayor análisis que ver a un Salvador Calderón perdido, sin rumbo, casi casi asustado, según sus cercanos, con todo y que viene de ser candidato al mismo cargo hace menos de tres años. Y es que el equipo que tiene trae muchas ganas, sin duda, pero poca acción, más cuando no ha logrado que priistas y panistas «jalen» para donde mismo.
Chava, con todo y que necesidad económica no tiene como para aferrarse a la nómina estatal, sigue atendiendo como titular de la SDHBC en Parral, en lugar de enfocarse al cien por ciento en su campaña, no la que inicia la última semana de abril, sino en la que andan ya desde hace mucho tiempo sus competidores. De ahí que van tarde, muy tarde a la fiesta, ¡y sin regalo!
Otto, por su parte, lleva años encampañado, con dos derrotas a cuestas, la de él como candidato a diputado federal por el Verde Ecologista, y la de su hijo por la misma travesía. Pero eso fue puro calentamiento de Valles para conformar una estructura de seguidores que le sirvieran para lo que siempre ha querido: la Presidencia Municipal. De hecho, él iba a ser el candidato cuando César Duarte se decantó por César Dajlala, lo que valió un distanciamiento entre el exgobernador y el hoy abanderado por el PT y Morena.
El caso es que Otto jamás perdió el tiempo, aunque no signifique bajo ninguna circunstancia que tiene el triunfo en la bolsa, pero sí lleva ventaja en los acercamientos, las negociaciones y los adeptos a su causa, incluso se quedó con gran parte de los seguidores de Pedro Villalobos que ahora operan para su proyecto. Todo lo anterior, aunado al hartazgo de los parralenses por los gobiernos naranjas, lo tienen, al menos en teoría, como puntero.
Para los que creen que Soledad Sánchez no tiene oportunidad, se podrían llevar tremenda sorpresa si se ponen a pensar que es la candidata del poder en turno, con la llave del presupuesto abierta a chorros y la disposición de otros recursos como ya se vio en el despliegue de acarreados el día de su registro, muchos de ellos abonados a la nómina, incluyendo a los policías que hasta permiso de ausentarse de sus labores les dieron, con todo y gasolina para que no hubiera pretextos.
Pero estas prácticas no son nuevas ni exclusivas de MC; de tal forma que, si bien no son justificables, es de lo más normal, y el Día D, ese tipo de movilizaciones son las que inclinan la balanza con independencia de lo que hayan dicho las encuestas y los gurús amantes del café. En esto tiene ya mucha experiencia Movimiento Ciudadano, en ese domingo crucial, con acciones que preferimos no reproducir en este espacio, pero que ayudan a que la gente vote, o no, dependiendo de las conveniencias.
Sol carga con el desprestigio del gobierno más catastrófico y deficiente que ha tenido Parral, producto de un alcalde que lo fue solo de membrete, sin personalidad y carente de tacto y madurez. Además, lleva consigo en la suplencia a una funcionaria que resultó más gris que naranja, de modo tal que la expresidenta del DIF habrá de enfrentar esos señalamientos.
¿A quien le confiarán su voto los parralenses el próximo domingo 2 de junio?