La asociación civil ‘Periodistas Unidos de Parral’ manifiesta su rechazo a la reforma de telecomunicaciones aprobada por el Senado, ampliamente señalada por especialistas y medios como la “Ley Censura”. Esta legislación representa un retroceso grave para la libertad de expresión, al concentrar en el Ejecutivo federal facultades que antes estaban en manos de órganos autónomos.
La nueva ley propone la desaparición del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que desde 2013 había fungido como árbitro independiente en materia de radio, televisión e internet. En su lugar, se creará la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), un órgano bajo control directo del gobierno federal, lo que preocupa por la pérdida de neutralidad en la regulación de medios.
Uno de los puntos más alarmantes es que esta nueva agencia podrá ordenar la suspensión de transmisiones de radio y televisión sin necesidad de un proceso judicial, bajo causales vagas como “seguridad nacional” o “interés público”. También se autoriza la geolocalización en tiempo real de cualquier persona usuaria de telefonía móvil, sin requerir una orden judicial, lo cual atenta contra los derechos a la privacidad y al debido proceso.
Organizaciones como Artículo 19, la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) y diversos especialistas en comunicación han advertido que esta reforma abre la puerta a la censura previa, al control centralizado de contenidos y a un sistema de vigilancia digital que puede usarse con fines políticos.
Ante este escenario, Periodistas Unidos de Parral considera indispensable que periodistas, medios comunitarios, organizaciones civiles y la ciudadanía se pronuncien con claridad. El derecho a informar y a ser informados no puede quedar a merced de criterios discrecionales del poder público, ni ser tratado como una amenaza que debe contenerse.
El presidente de la organización, Carlos Adrián Barrón, advirtió:
“Como periodistas en una región donde ya es difícil ejercer con libertad, no podemos permitir que se legalice la censura. Esta reforma pone en riesgo la autonomía informativa, la privacidad y el derecho ciudadano a la verdad. No se puede disfrazar el control como transformación. Cuando se intenta controlar la palabra, lo que se busca es silenciar la conciencia”, advirtió.
Barrón agregó que, si bien algunos artículos fueron suavizados tras la presión de colectivos —como el retiro del bloqueo directo a redes sociales—, el corazón autoritario de la reforma sigue intacto. “Cambiar una parte del texto no basta. El enfoque sigue siendo de control, no de fortalecimiento democrático”, dijo.
Periodistas Unidos de Parral hace un llamado a otras asociaciones del gremio, universidades, medios públicos y privados a sumarse a esta defensa. “Callar ante este tipo de reformas es ceder terreno al autoritarismo. Si dejamos que la censura se normalice desde la ley, después no habrá ley que nos defienda”, concluyó.
