A casi seis años de la masacre ocurrida en Bavispe, Sonora, donde nueve integrantes de la familia Lebaron —entre ellos mujeres y niños— fueron brutalmente asesinados, miembros de la comunidad mormona han solicitado al gobierno de Estados Unidos negar visas a una serie de exfuncionarios mexicanos que consideran responsables, por omisión o complicidad, en los hechos.
La petición incluye al exgobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, quien posee ciudadanía estadounidense, así como a la exmandataria sonorense Claudia Pavlovich y al exsecretario federal de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, actual gobernador de Sonora.
“Nos estamos dirigiendo al gobierno estadounidense para que actúe conforme a su jurisdicción, ya que las víctimas eran ciudadanas de ese país”, expresó Julián Lebaron, quien insistió en que buscarán que todos los implicados, directos e indirectos, enfrenten consecuencias. “Este crimen no tiene perdón”, afirmó.
Por su parte, Adrián Lebaron, padre y abuelo de algunas de las víctimas, recordó que la tragedia del 4 de noviembre de 2019 incluyó dos emboscadas simultáneas en territorio sonorense y chihuahuense, donde habrían participado al menos un centenar de personas. Lamentó la falta de respuesta oportuna por parte de los gobiernos estatales y criticó duramente que, pese a haber solicitado apoyo aéreo, se les negara un helicóptero con el argumento de falta de combustible.
También señaló al entonces gobernador Corral de presuntamente haber protegido a implicados, ayudando a facilitar su fuga. “Durazo no puede decir que desconocía las condiciones en las que se planeó esta masacre”, agregó Julián Lebaron.
La tragedia se cobró la vida de tres mujeres y seis menores de edad, todos integrantes de familias binacionales. Las víctimas fueron emboscadas cuando viajaban en caravana desde La Mora, Sonora, rumbo al municipio de Janos, Chihuahua.
En uno de los ataques, Rhonita Miller, de 30 años, y sus cuatro hijos, Howard, Krystal, y los gemelos Titus y Tiana de apenas ocho meses, fueron ejecutados y calcinados dentro de su vehículo. En otro punto, fue asesinada Christina Marie Langford, de 32 años, junto a su hija menor de un año, y en un tercer vehículo fueron abatidos Dawna Ray Langford y sus dos hijos, Trevor y Rogan, de 11 y 2 años.
Recientemente, la familia Lebaron denunció que uno de los presuntos involucrados en la masacre fue contratado como agente preventivo en Ciudad Juárez, lo que los llevó a exigir la renuncia del alcalde Cruz Pérez Cuéllar y del secretario de Seguridad Pública Municipal, César Omar Muñoz Morales. Se trata de Galdino P. J., a quien la FEMDO señala como uno de los presentes cuando Rhonita y sus hijos fueron ejecutados.
Ante estos hechos, los Lebaron cuestionaron los protocolos de reclutamiento de la corporación local y exigieron una depuración profunda.
La masacre ha sido atribuida a miembros del grupo criminal “La Línea”, quienes operan en la región serrana de Chihuahua y Sonora. Pese a múltiples promesas de justicia, las familias afectadas sostienen que el caso continúa impune en varios niveles, tanto políticos como operativos.