Tras la masacre que cobró la vida de cinco personas en el municipio de Guadalupe y Calvo, cuyos cadáveres fueron encontrados en una unidad oficial de la Comisión Federal de Electricidad que fue robada y un trabajador de la misma, secuestrado y depues liberado, el fiscal General del Estado de Chihuahua, César Jáuregui, reveló que este brutal acto fue resultado de una disputa entre grupos del crimen organizado.
El enfrentamiento se habría desencadenado entre «La Línea» y la facción rival, «Los Salgueiro», mismos que han sembrado el miedo e incertidumbre en la población local.
El fiscal Jáuregui aseguró que las autoridades a su cargo ya se encuentran llevando a cabo las investigaciones pertinentes para esclarecer lo sucedido.
Asimismo, confirmó que se ha desplegado un operativo conjunto con la presencia de las fuerzas estatales y federales en la zona afectada, con el objetivo de brindar seguridad y protección a los residentes ante la creciente ola de inseguridad que azota la región.
Al menos una treintena de personas habrían abandonado la comunidad de San Ignacio de los Sotelo, derivado de la presencia de civiles armados que han despojado de sus pertenencias a los habitantes, situación que no ha sido aceptada por la Fiscalía General del Estado.