Las definiciones comienzan a darse, al menos por el lado del PRI, en cuanto a quienes que buscarán los cargos de elección popular para el proceso electoral que ya está en marcha y que ha provocado muchas uñas comidas y muchos litros de café consumidos.
Es ya un hecho que Edgar Piñón irá por la reelección con amplias posibilidades de ganarla, pues no se ve ni en MC ni en Morena quien pueda hacerle sombra, ni siquiera Jorge Rivas con todo el ruido que ha levantado. El único cargo en el que la 4T lleva amplia ventaja es para la Presidencia Municipal, pero las diputaciones serán del Frente Amplio Por México.
Ayer hablábamos de cuatro escenarios para los aspirantes tricolores y uno de ellos ya se descartó, luego de que quedara decidido en las cúpulas estatales que Piñón Domínguez irá por el Distrito 21 local, lo que deja vacantes la alcaldía y, todavía, la diputación federal por el Noveno, tras dejar en claro Alex Domínguez que no hay nada escrito para Noel Chávez.
En el caso de la Presidencia Municipal, avanzan a la final Amín Corral y Chava Calderón, porque Miguel Jurado Prieto no quiere que lo careen con nadie, al estar plenamente seguro que él tiene las simpatías y el dinero, por lo que le parece indignante que quieran ponerlo al mismo nivel que los demás y preguntarle a los votantes si lo conocen y si lo quieren como alcalde de Parral.
Eso provocó que, mal se levantó de la mesa de diálogo con Alex, Arturo, Edgar y Amín, entablara comunicación con Morena para ponerse a la orden, lo que deriva en que, de los tres que yo tenía, ya nomás me queden dos: Corral Shaar y Calderón Aguirre.
¿Y las mujeres? Es ahí donde radica el freno de la designación de candidato a la diputación federal, ya que pueden cambiar la jugada para que sea candidata y aquí entran dos priistas: una que tiene las simpatías del PAN y de la gobernadora y otra que ni en el PRI la quieren, pero que conserva el poder para aplicar el dedazo, al menos dentro del tricolor y de quienes, si no nos alcanza el tiempo, hablaremos en otro espacio.