Un juez de control dictó prisión preventiva con fines de extradición contra Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, quien cumple una condena de cadena perpetua en Estados Unidos.
La autoridad tomó la decisión durante la primera audiencia de Guzmán López, después de que la Fiscalía General de la República (FGR) le notificara que desde septiembre de 2019 existe la solicitud de extradición por parte de autoridades estadounidenses.
Ovidio Guzmán López enfrenta acusaciones por al menos cinco delitos en dos países. En Estados Unidos la justicia lo requiere por su presunta responsabilidad en el delito de conspiración para distribuir cocaína, metanfetamina y marihuana para su importación; mientras que en México por delitos contra la salud, por portación de armas de fuego, delincuencia organizada y tentativa de homicidio.
Un total de 29 personas -entre delincuentes y militares- murieron en los choques armados derivados de la detención del narcotraficante Ovidio Guzmán, quien permanece en una cárcel de máxima seguridad a la espera de que se resuelva su extradición a Estados Unidos, aún sin garantizar.
El jefe criminal de 32 años, al que se señala de liderar el tráfico a Estados Unidos de las drogas sintéticas metanfetamina y fentanilo, fue capturado el jueves en una población cercana a Culiacán, capital del estado norteño Sinaloa, cuna de la mayoría de los grandes barones de la droga mexicanos.
El secretario de Defensa, Luis Sandoval, informó que en las refriegas fallecieron 19 agresores y 21 fueron detenidos,10 militares murieron y otros 35 resultaron heridos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que agencias de seguridad de Estados Unidos hayan intervenido o apoyado en las operaciones para capturar a Guzmán.
El mandatario anunció además que el despliegue de militares en ese estado por la operación, que Sandoval cifró en 3,500 efectivos, proseguirá en los próximos días para garantizar la seguridad de la población, entre la que no hubo ninguna baja.
La detención de Guzmán causó una violenta reacción de sus secuaces, que trataron de impedir que fuera trasladado al centro del país, donde está la capital.
Hombres fuertemente armados quemaron camiones, bloquearon calles y abrieron fuego en varias zonas de Culiacán y sus alrededores, entre ellas el aeropuerto, cuyas operaciones fueron suspendidas pero reanudadas el viernes, al igual que las de la terminal de la localidad Los Mochis, más al norte.
El hijo de «El Chapo» permanece detenido en un penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, un municipio próximo a Ciudad de México. De ahí se fugó su padre en 2015, aunque luego fue recapturado. Según Sandoval, para reforzar la seguridad del reclusorio fueron desplegados unos 1,200 uniformados.
Mientras, Sinaloa iba recuperando poco a poco la normalidad, después de que la actividad pública, sobre todo en Culiacán, quedará totalmente suspendida el jueves, entre llamados de las autoridades para que la población permaneciera en sus casas.
Información de Reuters
