Redacción de ‘El Papelerito’
Habitantes de Guadalupe y Calvo reportaron haber escuchado intensas detonaciones de arma de fuego desde aproximadamente las 2:30 de la madrugada de este viernes 18 de julio, lo que hace temer nuevos enfrentamientos entre grupos armados en la región serrana del sur de Chihuahua.
Aunque hasta el momento no existe confirmación oficial por parte de las autoridades estatales ni federales, testimonios ciudadanos en redes sociales y mensajes compartidos por vecinos aseguran que las ráfagas fueron audibles desde varias zonas del municipio, generando preocupación entre la población que lleva semanas viviendo bajo tensión.
Estos reportes se dan apenas un día después del hallazgo de Jesús Andrés T.C., de 20 años de edad, cuyo cuerpo fue localizado por las Bases de Operación Interinstitucional (BOI) en la comunidad de Mesa de San José, presentando múltiples heridas de proyectil de arma de fuego y un avanzado estado de descomposición, lo que sugiere que llevaba varios días en el sitio. De forma extraoficial, se ha señalado que podría haber sido víctima de los enfrentamientos armados registrados en fechas recientes.
Además, el pasado fin de semana fue encontrado otro cuerpo sin vida en la zona serrana del municipio, en el tramo carretero hacia Baborigame, también con huellas de violencia.
Frente a esta escalada de violencia, la presidenta municipal de Guadalupe y Calvo, Ana Laura González, hizo un llamado urgente hace dos semanas a los habitantes para resguardarse y evitar salir, debido a la presencia de civiles armados en la cabecera municipal.
Como respuesta, el gobierno estatal anunció que la Mesa Estatal de Seguridad se trasladará al municipio el próximo martes 22 de julio, en una sesión extraordinaria encabezada por la gobernadora Maru Campos, el fiscal General del Estado, César Jáuregui Moreno, y altos mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Guardia Nacional y demás corporaciones. Se espera que esta sesión aborde directamente la estrategia para frenar la ola de violencia que afecta a comunidades enteras de la Sierra Tarahumara.
Mientras tanto, en Guadalupe y Calvo persiste un ambiente de incertidumbre. La falta de comunicación oficial tras los nuevos reportes de disparos solo alimenta el temor entre las familias serranas que, una vez más, parecen quedar atrapadas en medio de la violencia y la omisión.