Los migrantes hallados muertos en la caja de un tráiler abandonado en San Antonio, Texas, fueron rociados con sazonadores para carne con el fin de despistar a los perros rastreadores, informaron medios texanos.
Aunque parecía un camión de refrigeración, el contenedor carecía de sistema de ventilación, lo que provocó que sus ocupantes se sofocaran y murieran por el calor del interior, que alcanzó los 40 grados centígrados.
A lo largo de los retenes por los que cruzó el tráiler, los binomios caninos no detectaron la presencia de las personas encerradas en la caja.
Fuentes policiacas señalan que algunos de los cadáveres fueron encontrados en algunas secciones del contenedor sellado, lo que indica que pretendieron escapar cuando la unidad se encontraba en movimiento.
De acuerdo con las autoridades locales, los migrantes fueron trasladados por un traficante que cruzó el trailer por la aduana de Laredo y se internó en Texas por la carretera interestatal 35.
Hasta el momento son 53 los migrantes fallecidos por deshidratación extrema y asfixia.
Los sobrevivientes aún permanecen internados en dos nosocomios de San Antonio, 130 kilómetros al sur de la capital de Texas, Austin.
El tráiler contaba con un permiso clonado de la empresa Betancourt Trucking, que se deslindó del caso. El vehículo fue encontrado en la avenida Quintana, al sur de la ciudad, donde vecinos vieron la unidad de color rojo, con una caja blanca, que tenía la puerta semiabierta y donde se veían los cuerpos de las personas transportadas desde México, de las cuales 39 eran hombres y 21 mujeres.
Cuatro niños fueron encontrados, aunque no se mencionó cuántos de ellos perecieron.
De acuerdo con el diario San Antonio Express News, el chofer detenido es Homero Zamorano, quien al momento del arresto estaba drogado, por lo que tuvo que ser llevado al hospital.
El medio dijo que la detención del chofer, quien inicialmente se hizo pasar por víctima, condujo a la captura de otros dos hombres vinculados al caso.
