Redacción de ‘El Papelerito’
Lejos de responder con soluciones inmediatas a la denuncia ciudadana, el Gobierno Municipal reaccionó con molestia luego de que vecinos de la colonia Talleres expusieran públicamente el problema de una vivienda convertida en gallinero y la falta de atención a sus quejas.
La directora de Comunicación Social, Yahaira Jurado, reclamó por la publicación de la nota y aseguró, visiblemente incómoda, que será hasta el próximo lunes 6 de octubre cuando se dé atención al problema.
Cabe señalar que, antes de difundir la nota original, se intentó contactar al director de Desarrollo Urbano y Ecología, Francisco Gallegos Chico, con el fin de obtener su versión y conocer las acciones emprendidas; sin embargo, el funcionario nunca respondió.
La reacción de la administración municipal contrasta con la molestia de los vecinos, quienes denunciaron haber sido ignorados por semanas hasta que se vieron obligados a acudir a los medios de comunicación. Una situación que refleja cómo, en lugar de atender a tiempo las quejas ciudadanas, las autoridades actúan únicamente bajo presión pública, y todavía con el desagrado de ser exhibidas.
La situación confirma lo que los colonos señalaron: que sus llamados de auxilio han sido ignorados sistemáticamente, hasta que el hartazgo los orilló a ventilarlo públicamente. El reclamo oficial, lejos de mostrar interés por resolver el problema, evidenció la incomodidad del municipio ante la exposición mediática de su inacción.
Una vez más, la atención llegará no por iniciativa institucional ni por sensibilidad hacia los afectados, sino a empujones de la ciudadanía que, cansada de la indolencia, hace público lo que las autoridades prefieren callar.
Cabe recordar que los vecinos de la calle Mazatlán, en la colonia Talleres, denunciaron que desde hace años enfrentan problemas de insalubridad y malos olores debido a que una vivienda del sector fue convertida en gallinero, donde se crían más de 200 aves entre gallos, gallinas y pollos, además de otros animales.
Los habitantes afectados señalan que esta situación ha generado la proliferación de plagas como chinches, garrapatas y ratas, lo que representa un serio foco de infección, sobre todo para personas vulnerables en salud.
“Es un cochinero, hay animales que generan chinches y garrapatas, el olor es insoportable, sobre todo en tiempo de calor o de lluvias. Tenemos que cerrar puertas y ventanas porque no se aguanta. Yo tengo un hijo enfermo con defensas bajas y esto nos afecta directamente”, expresó una de las vecinas.
Señalaron que, a pesar de los constantes reportes ante Desarrollo Urbano, Seguridad Pública y Protección Civil, los mandan de una dependencia a otra, pero nadie resuelve, incluso algunos funcionarios les dijeron que «tenían miedo» de ir.
Además de los olores y la presencia de fauna nociva, aseguran que las condiciones antihigiénicas del lugar ponen en riesgo a toda la cuadra.
