Redacción de ‘El Papelerito’
Más de mil trabajadores del Ayuntamiento de Parral quedaron desprotegidos ante posibles emergencias médicas debido a la suspensión del servicio médico que recibían en el Hospital de Jesús. La medida se tomó luego de que la Presidencia Municipal no cubriera los pagos correspondientes desde agosto, según confirmaron fuentes internas del ayuntamiento.
El aviso colocado en la entrada del nosocomio advierte que el servicio queda cancelado “hasta nuevo aviso”, lo que afecta a empleados que tenían citas programadas con especialistas y tratamientos ya programados, incluidos procedimientos de alto costo para enfermedades como cáncer, hipertensión y diabetes.
La interrupción del servicio médico representa una seria violación a los derechos laborales, ya que tanto la Constitución como la Ley Federal del Trabajo obligan al empleador a garantizar la salud y seguridad de sus trabajadores.
Durante la mañana, se reportó que un funcionario que sufrió una convulsión no pudo ser atendido de inmediato en el Hospital de Jesús por el corte del servicio, lo que obligó a intervenir a otros empleados y recurrir a hospitales alternativos.
Hasta el momento, ni el Sindicato de la Presidencia ni la Administración Municipal han emitido declaraciones sobre la situación, mientras la incertidumbre y el descontento crecen entre los afectados.
El caso evidencia la precariedad en la administración de los recursos municipales y pone en riesgo la salud de quienes dependen del servicio médico para su atención diaria y tratamientos especializados.