Luego de 16 años de ocupar puestos legislativos en la Cámara de Diputados y el Senado de la República, la mayoría por la vía plurinominal, el panista chihuahuense, Gustavo Madero Muñoz, no volverá a las curules, tras su rompimiento con la dirigencia nacional albiazul.
Siempre cuestionado por priorizar sus intereses personales a los del partido o la ciudadanía, entre la propia militancia del Partido Acción Nacional (PAN), y más recordado por sus escándalos que su desempeño legislativo, el actual senador de Chihuahua, deja un legado poco trascendente para la calidad de vida de la gente a quien estuvo encomendado a representar.
Gustavo Enrique Madero Muñoz, arribó al Poder Legislativo, ocurrió en 2003, cuando ganó las elecciones como candidato por el Partido Acción Nacional (PAN), para el VI Distrito Federal Electoral con 48,683 votos a favor, contra 48,229 obtenidos por su oponente del PRI, Pedro Domínguez Alarcón.
Durante su desempeñó como diputado federal en la LIX Legislatura, fue elegido como presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, integrante de las comisiones de Presupuesto y Cuenta Pública, y de la Comisión Especial de Investigación sobre el IPAB, así como secretario de la Tercera Comisión de Trabajo de la Comisión Permanente.
Así transcurrieron 3 años, y en 2006 de nueva cuenta fue candidato, ahora para el Senado de la República, en fórmula con Ramón Galindo Noriega, comicios que ganaron en representación del PAN, para el periodo que concluía en 2012.
Madero ejerció la Senaduría por Chihuahua hasta el 8 de febrero de 2011, ya que solicitó y obtuvo licencia indefinida al cargo, para desempeñarse como presidente Nacional del PAN, donde estuvo al frente durante 5 años.
Fue bajo su dirigencia que el PAN perdió la Presidencia de la República ante el PRI después de 12 años de estar en el poder, quedando en tercer lugar en las Elecciones de 2012, además de un proceso de reafiliación al partido, en el que perdieron el 80% de sus militantes, al retener solo a 368 mil 253, de 1 millón 868 mil 567 que tenía después de depurar el padrón nacional.
El 30 de septiembre de 2014, Madero Muñoz solicitó licencia a su cargo como presidente del PAN, para encabezar la lista de diputados de representación proporcional de su partido en las elecciones de 2015, y en su lugar quedó Ricardo Anaya Cortés.
Gustavo Madero, de nueva cuenta quedó como diputado federal por la vía plurinominal, lo que significó su tercer ocasión como legislador federal, y paralelamente, el 20 de enero de 2015, regresó a la dirigencia nacional de su partido.
Un año después, pidió licencia para ocupar el cargo público de coordinador ejecutivo del gabinete del gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, del 4 de octubre de 2016 al 2018.
Aunque el quinquenio finalizaba hasta 2021, Gustavo Madero presentó su renuncia el 9 de febrero de 2018 para inscribirse ese mismo día como precandidato a senador, en fórmula con Rocío Reza Gallegos, por el PAN, lo que consiguieron como primera minoría, para el periodo 2018-2024, que abarcan las legislaturas LXIV y LXV, a pesar de perder contra la coalición Juntos Haremos Historia.
El otrora empresario, además de liderar al PAN a nivel nacional y ocupar cargos públicos en las administraciones estatales de Chihuahua, no solo con Javier Corral (ahora integrante de Morena), sino con Francisco Barrio Terrazas, también fue postulado por el albiazul a candidato a la Alcaldía chihuahuense.
Con la culminación de su cargo legislativo, en septiembre 30 de este año en curso, el chihuahuense ha comentado en algunas entrevistas que ya no volverá a los puestos políticos, ya que considera que su ciclo ha concluido.
Acusado de desviar cheques de la Comisión Estatal de Seguridad Pública y vender un software por 140 millones de pesos al Gobierno del Estado, pese a ocupar un cargo como funcionario público dentro del gabinete estatal.
Destaca la polémica que generó con un video publicado en redes sociodigitales, donde ingiere bebidas alcohólicas en medio de un convivio supuestamente desarrollado en 2020, en plena contingencia sanitaria por la pandemia de COVID-19, ya que no portaba cubrebocas ni se respetaba ninguna de las restricciones de sana distancia, recién instruidas por los gobiernos, y tras la golpiza y arresto de un ciudadano que precisamente había hecho algo similar.
A pesar de que Madero Muñoz trató de justificar el acto, al señalar que eso ocurrió en 2017 y se sacó de contexto, la gente no le creyó, y comparó su actitud contra la enérgica protesta por la “injusta” eliminación de fideicomisos, por 68 millones de pesos.
También, su imagen le dio la vuelta al país cuando fue derribado al piso por un montón de senadoras y senadores de Morena, cuando trató de impedir que Rosario Piedra tomara protesta como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, al considerarla ilegal: “no traía nada…ellos me echaron montón”.
El escándalo terminó en una denuncia en su contra, por “actos de violencia política”, ya que entre el forcejeo que sostuvo con 15 compañeras y compañeros, las mujeres lo acusaron ante la Fiscalía General de la República por “daños físicos, psicológicos, y emocionales”.
Su intento por crear una imagen pública con clichés del “perfil norteño”, mal hablado y directo en los cargos públicos por los que contendió, nunca fueron aceptados por la ciudadanía, quien más bien lo identificaba como miembro de las cúpulas partidistas que favorecen a los mismos de siempre.
Fue el resultado de ese aspecto, el que culminó en el rompimiento con el actual presidente nacional del PAN, Marko Cortés, ya que él se postuló como precandidato para la gubernatura de Chihuahua, mas el partido decidió que María Eugenia Campos Galván, entonces alcaldesa de la capital chihuahuense, tendría más posibilidades.
Esto provocó que Madero Muñoz publicara su mensaje al líder de su partido, donde exponía que no coordinaría el Grupo Parlamentario, porque “hubo un incumplimiento en un acuerdo interno”, es decir, que esa candidatura le correspondía a él, así que incluso dejó la bancada.
Sin embargo, al crear otra fracción, los apoyos legislativos y prerrogativas serían mayores, al ser repartidas entre solo 5 integrantes, en el Grupo Plural que creó junto con otra legisladora y otros legisladores.
En ese contexto, también, lejos de alinearse a la decisión general del partido para el que todavía milita, Gustavo Madero fue uno de los principales denostadores de la selección de Campos Galván, debido a su señalamiento como parte de la Nómina Secreta del exgobernador priísta, César Duarte, a quien recién excarceló el gobierno panista.
En octubre de 2023 presentó el último informe de labores, en el que aseguró haber hecho 491 gestiones jurídicas, sociales y de canalización gubernamental, ninguna de ellas de impacto real para Chihuahua, o la economía de los sectores más vulnerables.