Redacción de ‘El Papelerito’
El accidente que este viernes dejó una camioneta volcada y un poste de concreto derribado en la colonia PRI no solo movilizó a todas las corporaciones de emergencia, también generó una situación de riesgo que alcanzó a varias personas que se encontraban en la zona.
Ocho vecinos y curiosos terminaron con síntomas de descarga eléctrica luego de que los cables de alta tensión quedaran colgando y parte del tendido tocara el pavimento.
El impacto, originado por la velocidad excesiva con la que circulaba la camioneta, provocó que la línea eléctrica se extendiera hasta las inmediaciones de la calle Raúl Soto Reyes.
Aunque los lesionados reportaron efectos leves, la escena dejó claro que el área no fue acordonada con la rapidez que una emergencia de este tipo exige.
Además del conductor prensado dentro de la unidad y un menor revisado por paramédicos, los servicios de emergencia tuvieron que atender a habitantes que comenzaron a sentir hormigueo, adormecimiento y malestar en las extremidades tras el contacto indirecto con la energía filtrada al suelo.
Entre los afectados se encontraba un hombre que, al intentar acercarse para auxiliar a los ocupantes del vehículo, recibió una descarga eléctrica. “Fue en el lateral donde sentí la pequeña descarga. Me dio un malestar en la pierna izquierda, como si fuera una reuma fuerte”, comentó mientras era valorado por personal de la Cruz Roja.
Aunque Protección Civil y Bomberos lograron controlar el área minutos después, la escena dejó una advertencia clara: el derribo de infraestructura eléctrica no solo complica los rescates, también convierte a cualquier espectador en un posible lesionado.
La autoridad no ha informado aún si se iniciará algún tipo de investigación relacionada con la falta de contención inicial del perímetro o el estado de la infraestructura dañada.



