A propósito de los inicios de los trabajos de reparación de la vía corta a Chihuahua el pasado 13 de junio, mismos que se suspendieron al siguiente día, el miércoles 14, presuroso el alcalde César Peña salió a emitir una declaración que demuestra su ignorancia sobre el tema.
Y es que acusó que los trabajadores solo “aventaron tierra” y se fueron, sin saber que primero debe aplicarse, como se hizo, un riego de arena que protegerá el material final que se colocará para evitar que se levante o se formen grumos, baches o hundimientos como en el periférico sur o en la Puerta del Tiempo.
Es curioso que el presidente municipal exija que primero se garantice la obra antes de anunciarse, cuando las que él ha emprendido en Parral carecen de calidad y han sido objeto de múltiples parches y reparaciones, como cuando pavimentaban el anillo perimetral con cubetas porque las máquinas se descompusieron.
Es risorio que Peña Valles señale que aventaron tierra y se fueron cuando él jamás regresó a terminar lo que empezó en abril de 2022, el día que por mero espectáculo encabezó una campaña de bacheo exprés que le valió una cobertura mediática y que después quedó en nada, dejando en el abandono su supuesta preocupación por las condiciones de la vía corta.
Ahora, critica una suspensión que no es suspensión de rehabilitación, sino parte de un proceso indispensable, antes de vaciar la emulsión que permita la adhesión de la arena, alegando que lo único que provocan es que la ciudadanía se confíe, como las tantas veces que han confiado en él para obras chafas e inconclusas que le han tomado dos años de su gobierno sin terminarlas.
Con esa misma vehemencia debería exigir que reparen un tramo que, aunque está fuera de su jurisdicción, está a la vez dentro de la ciudad, como lo son los cuatro carriles que van desde la Puerta del Tiempo hasta las letras de Parral, justo donde están las gaseras y un poco más allá, tal vez, hasta Pemex.
Es la constante de un alcalde con memoria corta, candil de la calle y oscuridad de la casa.