Según se vislumbra por varios aspectos ocurridos durante el primer mes de campañas federales y los primeros días que ya corren del segundo, aún y cuando todavía no inician las locales, el próximo 2 de junio estará muy presente el voto cruzado, es decir, por candidatas y candidatos de diferentes colores.
Lo anterior se deriva tras algunas reuniones, pero sobre todo, al recoger impresiones a ras de calle del bolero, el taxista, la ama de casa que, de alguna manera, son un termómetro eficiente de cómo se ve la grilla local desde el ojo ciudadano y sin falsos apasionamientos, de tal forma que permite salir de la burbuja de las charlas de café, e incluso, de las columnas y encuestas a modo que tanto daño hacen a los candidatos.
El caso es que sí existe un hartazgo contra MC y no hay una expresión genuina de apoyo del llamado «ciudadano de a pie» a favor de Sol Sánchez ni de lo que representa desde hace 8 años que iniciaron como independientes, así que podría interpretarse que es cierto que la abanderada naranja estaría en el sótano de las preferencias. No tiene ella la culpa, y tal vez, ni siquiera como tal su esposo, el exalcalde más votado de la historia de Parral, sino el que despachó en Presidencia los últimos dos años, César Peña, que tumbó todo lo construido -para bien o para mal- por Alfredo Lozoya en 5 años y no supo ni pudo mantener el capital político ni las simpatías a favor del movimiento fosfo-fosfo.
Dicho lo anterior, y considerando la amalgama de personajes que hoy buscan un puesto de elección popular y que los operadores territoriales apoyan a dos o hasta tres proyectos, la información que obtenemos desde adentro de los war room, es que las boletas podrían ser marcadas por Noel Chávez, del PRI-PAN-PRD, para la diputación federal del Noveno Distrito; por Otto Valles, de Morena-PT, para la Presidencia Municipal; por Vanessa Terrazas, de Morena, para la diputación local del Distrito 21; y por Dalila Villalobos, de la alianza Fuerza y Corazón por México, en el caso de la Sindicatura.
Aunque ni los deseos ciudadanos ni los resultados de las encuestas se reflejan necesariamente en los resultados de las votaciones, porque para efectos de intereses cupulares, es más conveniente que al Congreso del Estado lleguen Francisco Sánchez o ‘Memo’ Ramírez. El primero porque, manteniéndole las canonjías al grupo de Lozoya, aseguran el voto para iniciativas y reformas que convengan a la gobernadora; y el segundo, ya que solo por ser del PRI, actuaría en el sentido legislativo que le indiquen; no así, al menos no tan sencillo, la tendrían con Vanessa, quien atiende a Cruz Pérez Cuéllar.
Sobre el Noveno Distrito, está muy claro que ni Francisco Sánchez ni Alfredo Lozoya tienen el mínimo interés de apoyar a Hellen García, pero ninguno de los dos tiene bola incómoda con Noel Chávez; y en Morena, tanto Otto Valles como Miguel Jurado llevan excelsa relación con el de Guadalupe y Calvo y, en un eventual triunfo de Otto en la alcaldía, le resultaría más sencillo hacer equipo con Chávez Velázquez. De ahí que haya gente del equipo morenista que quiere más a Noel que a Teresita Ruiz, con quien no sienten empatía.
Pero también está el factor del «Plan C» de López Obrador sobre el que tanto insiste Claudia Sheinbaum hasta en sus spots oficiales, que consiste en votar todo Morena, lo que podría beneficiarle a la polémica excoordinadora de ‘Sembrando Vida’, hoy candidata a diputada federal. Quiensabe si les agrade la idea a los «gatos», «nacos» e «indios» que ella conoce bien.
Y luego, volviendo al Distrito 21, a Guillermo Ramírez podría «jalarlo» la inercia del proceso y de la apatía del geoestratega Sánchez Villegas, aunado al desconocimiento que tiene el electorado sobre Vanessa Terrazas, lo que se compensa con el trabajo que ella realizó en favor de su esposo, Jorge Rivas, con la estructura construida en los municipios cuando se rumoraba que él, Jorge, se quedaría con esa candidatura.
De la Sindicatura, Leonel Chavira, el de Morena, no comulga con el proyecto de Otto y no se ha dejado ver. A Dalila Villalobos, del PRIAN, se le acomodó la candidatura por su desempeño como regidora y mantener una crítica constante contra el gobierno local. Casi, casi podría decirse que César Peña la catapultó y le dio las armas para llegar a este punto de su carrera política. La desventaja de Dalila contra Héctor, es que la han dejado sola -desde siempre- en el PRI; y luego su coordinador, Vicencio Chávez, no le tiene respuestas, y ella tiene que asesorarse por fuera. Y su suplente, es de esas sumas que restan.
Contrario a Díaz, que está cobijado desde Presidencia y trae por sí solo armado un equipo que está trabajando desde ya con reuniones diarias como si ya es anduvieran en campaña, de tal forma que si Dalila se descuida, Héctor la rebasa por la derecha. Con todo y eso, al emecista le falta camino para alcanzar en preferencias a la priista.