Alejandro Domínguez, líder priísta en el estado, refirió que, tras la presentación de solicitud de renuncia al partido del exalcalde de Aquiles Serdán, Ariel Fernández, sus motivaciones fueron meramente intéreses personales y económicos al irse a Morena.
«Él mandó un escrito al Comité Estatal presentando su renuncia. Yo creo que es un tema de falta de ideología, es un tema de falta de madurez política y es un tema de interés de orden personal», manifestó
«Aca en el PRI se le abrió la puerta, se le nombró una secretaria, una secretaria importante y pues no los tomó en cuenta. Hubo un planteamiento de pedida de salario, de dinero y ahorita no tenemos esa condición en el PRI para estár pagando sueldos y eso provocó su alejamiento. Ya estuvo en el Verde, ya estuvo en el PRI ahora estará en Morena, ahora si que solamente se le deja a su consciencia», agregó.
«Yo creo que cuando un partido político te ha dado todo, tu carrera política, debes de tener un testimonio de gratitud para la institución política que te ha dado las diversas oportunidades (…) Ya quedó claro que no hay gratitud más que interéses de orden personal», reclamó.
Además detalló que Ariel solicitó un alza económica de mínimo 30 mil pesos y hasta 60 mil pesos para continuar con el tricolor.
«Se va por un interés meramente económico. Hay que ser claros (…) a partir de que solicitó un sueldo de entre 30 y 60 mil pesos bueno pues no tenemos esa posibilidad, entonces se alejó de la dirigencia. En tanto pues es un asunto de esa naturaleza y cada quien toma las decisiones que le corresponden».
Sobre las versiones que apuntaron a migración de más priístas al partido de Andrés Manuel López Obrador, descartó tener conocimiento.
Al respecto llamó a cuestionar a Omar Bazán Flores sobre dichas declaraciones:
«No tengo conocimiento sobre ese hecho, habrá que preguntarle a quien es su padrino (…) Recordemos que hubo quien lo apadrinó y lo quería en el comité directivo del PRI para tener un títere en la presidencia, hay que preguntarle a quienes fueron sus titiriteros ¿quién es la mano que mece la cuna?».
«Es un tema de ingratitud, de interés personal, de protagonismo», sentenció Domínguez.