Como aquella canción que cantara Óscar Athie en 1984 titulada Fotografía, así se encuentra el presidente municipal de Parral, César Peña, de plano cansado y sin ilusiones, resignado al membrete, sin acción, sin voz, sin voto, sin derecho a nada. Y es que no ha superado el regañadón por andar sincerándose con los medios y exhibir las irregularidades que pretenden hacer pasar por normales.
Recientemente pensó que el ser alcalde le otorgaba poder para ajustar su gabinete y se atrevió a proponer nombres para la Instancia de la Mujer y para la Dirección de Cultura, pero le volvieron a aplicar el estáte–quieto y a recordarle que, como Excelsa, la empleada doméstica de la familia P. Luche, él, solo es el presidente.
Luego de que Lupita Zavala, fiel compañera de Peña Valles en campaña y encargada de su agenda, se pusiera de pechito para que le dieran salida de la titularidad que ostentaba al no llegar a un evento organizado por su Dirección por encontrarse “indispuesta”, le impusieron a Margarita Salcido, quien antes estaba bajo el mando de César Gutiérrez en Desarrollo Social, mismo que siempre ha mandado más que su tocayo, pues atiende directo al patrón, así que ya se sabe por dónde vino la designación.
La hoy exdirectora de Turismo, Ivonne Barriga, a quien anunciaron con bombo y platillo tras la salida de Héctor Díaz, (al que primero patearon, luego lo regresaron como regidor y ahora lo vuelan con la diputación federal), una funcionaria que nunca pisó Presidencia ¡ni en las Jornadas Villistas! porque no tenía necesidad alguna y solo les hizo el favor, flaco, pero favor, a fin de cuentas.
El caso es que en esa Dirección quedó Perla Acosta, excoordinadora del área de Cultura mientras Romeyno Gutiérrez tenía el membrete de la misma, pero también desde la administración de Lozoya Santillán, así que ahora sí le hizo justicia la Revolución y se queda como directora de la que siempre debió ser una sola: Turismo y Cultura.
Otra vez, César Peña quedó mal con sus compromisos de campaña que nunca le han permitido cumplir y ni le han cumplido los prometidos a él mismo, por eso, nos cuentan, ya se rindió, aunque tenga que aparentar que está todo bien, la verdad es que ya no pide queso, sino salir de la ratonera. No buscará ni la reelección ni ningún otro cargo y, aunque así quisiera, no está contemplado dentro de los planes de MC, de tal forma que sus planes A, B y C una vez que concluya su desastrosa administración son migrar, mínimo, a la ciudad de Chihuahua, sino es que a Estados Unidos y, si no, reclamar la plaza que dejó en la radio y que dejó “asegurada” mediante un acuerdo leonino, ventajoso y legaloide.
Los números no le dan a Peña Valles, ni en las encuestas para continuar con su efímera carrera política, ni los personales, y ya ni como ir a desahogarse a la barra del Cochiloko. Así es la política: no entras, te meten, y no te sales, te sacan.