La noche de este viernes está siendo velado en una funeraria local, el cuerpo de Armando Hernández Suvíaz, quien falleció en un accidente vehicular tras haber sido aprehendido por agentes ministeriales por su presunta participación en el homicidio de una mujer en septiembre de 2014.
Familiares del hoy occiso se pusieron en contacto con este medio de comunicación para expresar su desconfianza en la Fiscalía de Distrito Zona Sur por la forma en que se ha manejado la información en torno al caso, ya que, existen contradicciones, omisiones e irregularidades desde la forma en que le fue cumplimentada la orden de aprehensión, hasta el traslado en un automóvil particular y no en una patrulla o en una unidad oficial de la FGE.
Las primeras versiones luego de la volcadura, indicaban que Armando habría intentado despojar de su arma a uno de los agentes y que «jaló» el volante del Chevrolet Malibú 2013 en el que viajaban, lo que contrasta con el argumento de que iba sometido con ganchos colocados sobre las muñecas de sus brazos, lo que se conoce coloquialmente como «esposado».
La incongruencia deriva en la inmovilidad del detenido para forcejear, sobre todo si sus manos pudieran haber estado por detrás de su cuerpo, a la altura de la espalda baja, y aún incluso si la posición de sus brazos quedaran al frente, resultaría complicado maniobrar como aseguran que lo hizo.
Además, las autoridades declararon que su muerte derivaría de un traumatismo cráneo encefálico, producto del golpe en la cabeza que recibió al caer el automóvil a un barranco de 15 metros. Sin embargo, familiares de Armando aseguran que fue sometido a una intervención quirúrgica en la cabeza cuando era niño, lo que justificaría la cicatriz en la cabeza, que no sería por la supuesta lesión encefálica originada tras el siniestro.
El tío de Armando, de quien nos reservamos su identidad por cuestiones de seguridad, afirma que no fue una herida por proyectil de impacto de arma de fuego la que tenía, sino tres, todas en las extremidades inferiores, una de ellas con entrada en la pierna y salida por los testículos, lo que aumenta las sospechas de que pudo haber sido asesinado por los propios agentes, a decir de sus deudos.
La familia de Armando hizo llegar a El Papelerito, fotografías de los brazos, muñecas y manos de su cuerpo, en los que no se aprecia ningua «marca» que demuestre que haya portado las esposas, como aseguraron los agentes.
Cabe resaltar que, la tarde del jueves 4 de julio, recién sucedida la volcadura, elementos de la Fiscalía de Distrito Zona Sur acudieron a brindar ayuda a sus compañeros accidentados e intentaron bloquear la cobertura de los medios de comunicación con acciones prepotentes e intimidantes, con la pretensión de evitar la toma de imágenes bloqueando el acercamiento de los reporteros.
Armando Hernández, de 34 años de edad, había sido detenido en la colonia El Quijote por su probable responsabilidad en el homicidio de Elvia Judith Saldívar el 29 de septiembre de 2014 cuando ella se resistió al asalto en una tienda de abarrotes en Las Quintas.
De acuerdo con las primeras indagatorias, la volcadura se registró cuando los Agentes Ministeriales trasladaban al presunto a bordo de un automóvil Chevrolet, línea Malibu, modelo 2013, de color negro, para ponerlo a disposición del Juez de Control que lo requería, pero, al circular por el Perimetral Norte, la unidad salió de la cinta asfáltica y cayó a un desnivel de 15 metros de profundidad, lo que, segun el boletín oficial de la FGE, «causó diversas lesiones a la persona detenida, quien además presentó una herida producida por proyectil de arma de fuego en una pierna«.
Sin embargo, al practicarle la necropsia de ley, el cuerpo presentaba, como ya se mencionó, tres balazos en las piernas, y no uno como asegura el área de Comunicación Social de la Fiscalía General del Estado, lo que alienta la versión de que podría haber muerto desangrado y lo confirmaría la gran mancha de líquido hemático.
Tras el accidente, los Agentes Investigadores, Jonathan A.M. y Edgar S.R., quienes también resultaron lesionados, fueron trasladados a un nosocomio, pero también detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público por el probable delito de homicidio imprudencial.
El tío de Armando refiere que, cuando acudieron a interponer la denuncia en la Fiscalía, fueron seguidos en todo momento por agentes estatales, lo que interpretaron como actos de intimidación.