Por Erik Jurado
Hay elecciones el año que entra, un dato importante. La estrategia del Gobierno Federal siempre ha sido confrontar y lo ha hecho bien. El gobierno de Maru campos cayó en la provocación y erró en su respuesta. Hoy tiene en su contra a los dos grupos sindicales de maestros y un conflicto abierto con los padres de familia.
Los maestros, como un acto de presión, han tomado la decisión de cesar sus actividades y con ello dejar a miles de niños en el Estado sin actividad escolar. Sin duda, no hay un solo argumento a favor de suspender la educación, nadie lo tiene ni lo tendrá, entonces, dirigen la atención a violación de derechos laborales, a cuestiones relativas a responsabilidades sociales y cívicas, a razonamientos tan internos en la estructura educativa o asuntos de vida en comunidad; sin duda, argumentos falaces que no conectan con la simple y llana decisión de utilizar a los niños de nuestro Estado como rehenes políticos frente a demandas gremiales y una lucha de poder entre dos fuerzas que buscar el gobierno.
Creo que tanto Federación como Estado no han estado a la altura que requiere el país y los chihuahuenses.
Mi postura como profesionista y ciudadano es que las clases deben reanudarse, que no hay justificación o razonamiento para que no trabajar sea la respuesta para resolver algún problema. Y menos que privar de la educación a los más pequeños sea la forma de sacar este país adelante.
Debe haber espacios de dialogo y debate y generar el mejor de los consensos, pero dentro de la educación, no fuera de ella.
No veo ningún tipo de solución en cesar la educación ni por un solo día. Las luchas de los adultos deben darse en tiempos de los adultos y no de los menores.
Además, no es un secreto que nuestro sistema educativo es sumamente carente y con medidas como estas se vuelve incluso inexistente.
Los problemas educativos de este país son de fondo, no es un asunto de libros, es un asunto de la invasión de malos perfiles en el magisterio y sus órganos de coordinación, no asumo que todos, pero son muchos.
Falta de recurso a la infraestructura educativa y materiales, además de malos esquemas de trabajo para los maestros.
La educación en nuestro país es además muy limitada en sus alcances y su visión de formación humana, no educamos para la libertad y el pensamiento, adoctrinamos.
Pero nada de eso se resolverá fuera de las aulas. Contrario a la decisión tomada, debemos buscar culturizar en una visión de educación de largo alcance, con más civismo y filosofía, con mayor apego a las humanidades y el arte, en una búsqueda además de tecnificación y profesionalización, estamos a décadas de otros países y creo que uno de los principales problemas es ese rasgo cultural de pensar que la mejor forma de resolver es no trabajar, pues es contra sentido.
Si realmente se quisiera aleccionar a algún gobierno el camino debería ser el estudio y el conocimiento, no la ignorancia.
El problema de centro no es tampoco que los brazos estén caídos, es que hemos forjado una cultura de los cerebros caídos.
