El 4 de junio pasado, apenas desahogada la jornada electoral del domingo 2, expusimos en este mismo espacio que, de no haber ido en alianza, ni el PRI ni el PAN serían competitivos contra Movimiento Ciudadano y que, hoy por hoy, en Parral, el partido naranja seguía siendo el más fuerte en solitario, sin alianzas.
Aquel espacio de opinión le valió a este medio reclamos de los ganadores, es decir, Chava Calderón, Dalila Villalobos, Memo Ramírez y Noel Chávez porque, en una interpretación a botepronto del análisis en cuestión, los prianistas percibían que estábamos alabando a los emecistas, recién derrotados en las urnas en todos los cargos: Presidencia Municipal, diputaciones y Sindicatura, y por ende, regatéandoles el triunfo a ellos.
Nada de eso. Fueron los números de los votos, pero también la destreza política que, en apenas 8 años, desarrollaron los naranjas, misma que les valió arrancarle una curul en el Congreso del Estado de Chihuahua al PRI para entregársela a Francisco Sánchez Villegas después de los recursos legales interpuestos en la Sala Regional de Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, igual que cuando le arrebató a Amín Corral su pluri.
El caso es que el partido tricolor redujo su representación de cinco a cuatro legisladores, por lo que, en la suma de la alianza con el PAN, empató con Morena a 12 votos de cada lado, es decir, ¡adiós a la mayoría simple y más a la calificada! Esa que es indispensable para que un proyecto se apruebe sin complicaciones y que requiere, al menos, 22 de los 33 diputados.
¿Qué significa lo anterior? Que la mayoría simple que habían alcanzado el PRI y el PAN en favor de la gobernadora Maru Campos, se las deshizo Pancho, el geoestratega, y no habrá forma de lograr la votación para que se aprueben reformas y otros asuntos de relevancia para Gobierno del Estado, sin depender, otra vez, de Movimiento Ciudadano, que ahora estará más fortalecido en el Congreso del Estado, porque ya no será solo un voto, sino dos los que tiene Alfredo Lozoya para negociar a su favor lo que le venga en gana, ya que, Alma Portillo no podrá rebelársele a los patrones, como lo hizo en su momento Ilse América García Soto.
¿Qué le gusta que suceda…o que no suceda más bien? ¿Que se congele la denuncia por robo de agua contra El Caballo, misma que, de hecho, no le dieron seguimiento? ¿Que la Auditoría Superior del Estado no escarbe en la cuenta pública de Parral del último trienio? ¿Que frenen a Chava Calderón para emprender revisiones a fondo, por ejemplo, de la “extorsión” por la que desaparecieron 2 millones y medio de pesos? ¿Que den oídos sordos a la exigente voz de la síndica Dalila Villalobos?
Anticipamos en aquella columna de hace tres meses que Alfredo Lozoya iría de diputado federal plurinominal que y Francisco Sánchez y Alma Portillo al del Estado por la misma vía, de tal forma que, si se le duerme la PRIAN, en el 2027 volverán recargados a reclamar la alcaldía de Parral y repintarla de naranja. Lo primero ya está sucediendo: El Caballo, el geodiputado y la gris exsíndica ya están en las legislaturas federal y local, respectivamente; lo segundo lo cocinarán a fuego lento durante dos años y al tercero comenzarán darle forma.
¿Cómo? Alfredo Lozoya dejará la piel en su intento por opacar a Noel Chávez, mientras que Alma Portillo y Francisco Sánchez harán lo propio contra Memo Ramírez, de modo tal que cada peso que gestionen, lo presumirán al máximo, haciéndole casita a Chava Calderón para que salga en la foto con ellos como los legisladores que bajan recursos, y si el alcalde se niega o los desprecia, lo expondrán como el prianista que antepone sus intereses políticos al beneficio de los parralenses.
Incluso podrían ser ellos los que ni siquiera tomen en cuenta a Chava y anden solos inaugurando techumbres o pavimentaciones o entrega de apoyos, puesto que tienen muy estudiada esa fórmula.
Pero tampoco es que Noel, Memo, Chava y Dalila estén “mancos”, como dijeran en el rancho, y no es tan difícil hacerles frente en unidad…bueno, todo está en la voluntad. La moneda está en el aire.