Los cierres de campaña multitudinarios nunca han sido un termómetro real del apoyo de los electores hacia los candidatos, por la simple y sencilla razón de que, para el espectáculo gratuito, las dádivas y las rifas de regalos, no hay quien se resista ni quien diga que no, lo que bajo ninguna circunstancia significa que la asistencia se traduzca en votos y la historia así lo ha demostrado.
¿Quién se perdería un concierto gratuito de Ana Bárbara o de Óscar Maydonn o de la Banda El Limón o de cualquier otro artista o comediante, así sea de medio pelo? Entre los mismos aspirantes recomiendan a la gente que “agarren lo que les den, pero que no voten por ellos”, de tal forma que una sola persona o familia podría tener una despensa de cada proyecto político, y mantener su preferencia intacta, o bien, que ésta dure lo que dura la misma despensa en la alacena o el billete en la cartera.
Las siglas del Movimiento de Regeneración Nacional en Parral comenzaron bien, a pesar de los pleitos internos, de las impugnaciones y de la vacilada de que fuera el PT el partido que encabezaría la alianza, con todo y que ni registro tenía, lo que llevó a Héctor Chávez a impugnar el proceso desde antes que se definiera el nombre de quien la representaría. Impugnación que, por cierto, no se ha resuelto.
Otto Valles arrancó como puntero, pero se le empezó a ir la gente. Primero Pedro Villalobos y con él, media estructura territorial; luego Héctor Chávez, ambos se sumaron a un Chava Calderón en ascenso. Recientemente Luis Tenorio y lo poco o mucho que represente como activista. El otro Héctor Chávez se molestó porque no le avisaron que lo incluirían en la planilla de regidores y la supuesta adhesión de jóvenes que andaban en la campaña prianista resultó una pifia, pues una de ellas desmintió que haya sido así y que no les dijeron de qué se trataba la reunión a la que iban. Juvencio Torres apoya a Vanessa, pero no a Otto.
Las encuestas – no la de Massive Caller – arrojan que Chava sí aventaja en el primero y que, sorprendentemente, Sol Sánchez subió gracias al tema de la toma de agua clandestina que parece que no le hizo, a ella, mucho daño, pero tampoco sirvió la victimización para catapultarla.
Desde adentro del war room de Valles nos cuentan que se le ve preocupado y hasta algo molesto porque sabe que no cuenta con la holgura y llega a la recta final del proceso ligeramente por debajo de Chava. Dicen que algunos acuerdos incumplidos lo llevaron a esa posición, pero no nos dijeron cuales o con quienes.
Vanessa Terrazas tomó un impulso importante y, en muy poco tiempo, hizo clic con la gente, acaparó reflectores y ganó algunas simpatías, pero se desinfló. Las mediciones que la llegaron a ubicar en segundo lugar la mandaron ya al tercero, y ahora colocan a Francisco Sánchez y a Memo Ramírez en un pleito muy parejo, lo que podría derivar en que ambos lleguen al Congreso, uno, obviamente, como mejor perdedor, como pluri pues, pero a final de cuentas como diputados.
Teresita Ruiz dará la pelea contra Noel Chávez, dado que Hellen García, la emecista, se retiró hace tiempo, no oficialmente, pero se le esfumaron las ganas cuando vio que el apoyo sería nulo para ella y abandonó la campaña. Pero la morenista llegó, por momentos, a acercársele peligrosamente al exalcalde de Guadalupe y Calvo, aunque nunca logró – y a estas alturas será difícil – pasar del segundo lugar.
Los más sobrios le dan 10 puntos de diferencia, y los optimistas entre 15 y 20, es decir, un candidato prianista inalcanzable a cinco días de las elecciones. Pero nada está escrito.
Del candidato a síndico por Morena, él mismo buscó a operadores priistas con quienes guarda amistad para que le ayudasen a “no quedar tan abajo”, es decir, perdido, pero no tanto, lo que sea que eso signifique. Y si Héctor Díaz no alcanzó a Dalila Villalobos, siendo sinceros, no hay mucho que escribir sobre Leonel Chavira.
A pesar de todo, no hay garantía de carro completo para la coalición prianista, conservando únicamente las altas posibilidades la diputación federal y la sindicatura, porque el Distrito 21 podría ser naranja y la alcaldía guinda…¡o naranja otra vez! No, no es contradicción a lo arriba escrito. Se llama política y el Día D echa por la borda todo análisis y toda encuesta.
La batalla final, pues, está entre Chava y Otto por la Presidencia; y entre Memo y Francisco por la diputación local, porque Noel y Dalila van libres. Guarde este renglón en algún post-it y lo rescatamos el domingo.